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El papa que yo vi


El papa Juan Pablo II será canonizado en una ceremonia el próximo 1 de mayo de 2011.
El papa Juan Pablo II será canonizado en una ceremonia el próximo 1 de mayo de 2011.

El papa Juan Pablo II visitó 129 países durante su papado. ¿Estaba usted en alguno de estos lugares? ¿Qué recuerda?

“A mis 14 años sabía quién era el Papa Juan Pablo II pero no comprendía el alboroto por su visita a San Salvador en febrero de 1996. No recuerdo muy bien su rostro o gestos al saludar, pero lo que no podré olvidar es el popular Papamóvil. Sin ser un fanático de autos, aquella máquina forrada en cristal me dejó impactado. Nunca antes había visto algo similar”. - Gesell Tobías, Voz de América.

“En la Plaza de la Revolución, en la Habana, tal como en todo discurso relevante, colgaba la bandera cubana, junto el rostro del Che Guevara. Recuerdo la multitud, por lo que fue muy difícil ver al papa. Lo que sí vi fue mucha gente intentando refrescarse con un granizado (raspado)”. Diana Logreira, Voz de América.

“En aquella mañana de mayo de 1988, cuando Juan Pablo II llegó a Salto, al norte del Uruguay, lo primero que vimos fue al Papa Viajero en el bellísimo altar de madera y paja, que imaginamos al estilo de Belén, desde donde transmitió a creyentes y curiosos, aquella paz inmensa que parecía acompañarlo siempre”. -Héctor R. Cerpa, Voz de América.

"Recuerdo que el papa acostumbraba realizar recorridos por las principales calles y avenidas de la Ciudad de México, a bordo de un vehículo con amplios cristales blindados, donde las filas de personas que aguardaban su paso resultaban interminables", cuenta Mariano Santos, mexicano.

"'México, siempre fiel…' una de sus frases más recordadas, muy acorde con los dogmas y sistemas de creencias para la gran mayoría de los mexicanos. El papa Juan Pablo II siempre demostró tener gran fe en Nuestra Señora Vírgen de Guadalupe, lo que le ayudó a gozar de una mayor popularidad en nuestro país", añade.

"El aspecto más destacable a propósito de la beatificación de Juan Pablo II, va más allá del mero hecho religioso. El magnetismo de su personalidad y la cercanía que establecía con la gente, son todavía más atractivos que los propios milagros que condujeron a su rápida y hasta conveniente subida a los altares", explica Sofía Lucía Barres-Isaac, de Venezuela.

Si tienes algún recuerdo del papa Juan Pablo Segundo, comparte tus comentarios en esta historia: “El papa que vi”.

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