El partido más antiguo de la oposición venezolana, el primero en presentar candidato presidencial

La formación Acción Democrática (AD), uno de los movimientos políticos más antiguos de Venezuela, abrió esta semana la caja de Pandora de las candidaturas a la Presidencia entre los cuatro partidos principales del antichavismo, al anunciar que Carlos Prosperi, un legislador de 44 años, será su abanderado en las primarias de la oposición.

Henri Ramos Allup, un veterano legislador que presidió el Parlamento venezolano en 2016, tras la contundente victoria opositora contra el chavismo en las elecciones del año anterior, anunció este martes que Prosperi será el candidato del partido en las primarias opositoras, durante el acto de celebración del aniversario 81 del partido socialdemócrata.

“Tenemos que convencer a la gente que somos partidarios y defensores de la unidad, que vamos a ganar para gobernar juntos y que no vamos a perseguir a nadie, porque ninguna transición se produce cuando el que sale sabe que el que llegará le cortará la cabeza”, aseguró en su discurso Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática.

Fundado como un movimiento de izquierda, en 1941, AD es una de las organizaciones políticas de mayor tradición en Venezuela. Fue uno de los tres partidos que firmaron un acuerdo de gobernabilidad democrática tras la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

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El teniente coronel Hugo Chávez Frías ganó la presidencia en 1998 con un discurso rotundamente crítico a partidos que llamó “rancios”, entre los nombraba a AD. Una vez, prometió “hervir en aceite” a sus dirigentes al llegar al Palacio de Miraflores.

Acción Democrática es considerado como uno de los miembros del llamado G4, conformado por los cuatro partidos con mayor representación de diputados en el Parlamento electo en 2015. Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular, donde anteriormente militaba el dirigente opositor Juan Guaidó, son los otros tres.

Un joven candidto

La candidatura de Prosperi es la primera que emana del G4, si bien analistas dan por descontado que Guaidó contará con el apoyo de su antiguo partido como candidato en las primarias, que se celebrarán en una fecha de 2023 que aún no se ha definido.

Prosperi es un joven abogado y político, electo como diputado nacional hace siete años. Es secretario de organización nacional de AD y también fue en tiempos recientes uno de los precandidatos opositores a la gobernación del estado Guárico y a la alcaldía de Caracas.

Al intervenir en el acto de su partido, el aspirante a la Presidencia dijo que sus adversarios “no estaban al lado”, es decir, entre la oposición, sino “al frente”. Aseguró que su partido habla de unidad “con hechos” y llamó a sus militantes a reagruparse para las primarias.

Varios dirigentes de AD han sido presidentes de Venezuela en sus años de democracia, antes y luego de la dictadura de Pérez Jiménez, entre ellos Rómulo Gallegos, Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Carlos Andrés Pérez (en dos períodos) y Jaime Lusinchi.

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Acción Democrática es uno de los partidos que la oposición ha denunciado como “judicializados”, es decir, intervenidos y entregados a dirigentes disidentes, cercanos al chavismo, por decisión de las distintas salas del Tribunal Supremo de Justicia.

¿Rostros nuevos?

La oposición venezolana ya exhibe un “variopinto mundo” de candidatos a las primarias, destaca el politólogo Piero Trepiccione. Todos ellos tienen la tarea de “enganchar con la gente, con un país desesperanzado, afectado por la migración y por condiciones complejas en lo económico”, describe, mencionando la apatía política reciente de los votantes.

Prosperi, a quien Trepiccione describe como “una cara nueva de un partido tradicional y muy cercano a Henry Ramos Allup”, expresidente del Parlamento, se suma a candidaturas como las de los exgobernadores César Pérez Vivas y Andrés Velásquez; el politólogo Nicmer Evans; la dirigente de Vente Venezuela, María Corina Machado; la diputada Delsa Solórzano; el alcalde del disidente Fuerza Vecinal Gustavo Duque; y el propio Guaidó.

“Si Prosperi logra conciliar el hecho de ser una figura joven, diferente, con un discurso o con una narrativa que enganche a la población, en esa medida veremos si rompe moldes. Si logra ser joven, renovador, auténtico, puede lograr una conexión exitosa”, dice.

Por el contrario, si decide apostar por “criterios tradicionales”, su candidatura -al igual que las de otros aspirantes- pudiera “no levantar el vuelo requerido” en las primarias, opina.

La aspiración del diputado adeco se conoce un día luego de que Nicolás Maduro invitara a sus simpatizantes a prepararse para las presidenciales de 2024 y las elecciones de renovación del Parlamento, gobernaciones y alcaldías del país, un año más tarde.

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“Maduro limpió el escenario político electoral” con su declaración, opina el politólogo Leandro Rodríguez Linárez, quien observa a un gobierno nacional urgido de reconocimiento y convencido de que no puede “forzar la barra” electoral futura.

El analista coincide con Trepiccione en asociar a Prosperi con Ramos Allup, un histórico dirigente político venezolano, advirtiendo que pudiera “no significar un cambio”.

“No tenemos en las figuras (de la oposición) una renovación de liderazgos”, apunta. Rodríguez Linárez evalúa que figuras políticas que se han mantenido firmes en sus posturas ante el gobierno de Maduro y alejadas de lo que llama “errores” de la Plataforma Unitaria del antichavismo pudieran ganar enteros de cara a las primarias.

Dice observar un escenario electoral que no parece ofrecer muchas “caras nuevas”, sino más bien un panorama “confuso, de mismas caras y mismos errores”.

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