Guerrilleros del grupo terrorista Sendero Luminoso estarían exigiendo $10 millones de dólares y materiales de guerra para liberar a un grupo de trabajadores que secuestraron en la selva de Perú.
De acuerdo con fuentes policiales citadas por la agencia Reuters, serían entre siete y ocho personas que laboraban para firmas contratistas dedicadas a la explotación de gas y que fueron tomados la víspera como rehenes.
Los guerrilleros, comandados por Florindo Eleuterio Flores Hala, alias "camarada Artemio". habrían dado de plazo 24 horas a partir de que comiencen las negociaciones para que se cumplan sus exigencias o de lo contrario dijeron que la vida de los rehenes peligra.
Además de dinero, los terroristas habrían demandado explosivos, mechas detonadoras, y camisas y pantalones, entre otros artículos, y también exigido que las negociaciones se lleven a cabo sin la presencia de policías o militares.
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Desde que se produjo el secuestro, los reportes sobre el número de rehenes han sido contradictorios. Medios de prensa locales y partes militares dijeron que se trataba de 30 trabajadores y luego indicaron que habían sido liberados 23 de ellos.
El secuestro se produjo en el poblado selvático de Kepashiato, en el distrito de Echarate, provincia La Convención, Cusco, y según la alcaldesa del lugar, Fedia Castro, en total habrían sido 40 las personas secuestradas por los senderistas.
Alrededor de 400 militares y 200 policías patrullan la zona para dar con el paradero de los rehenes, parte de los cuales serían trabajadores de la empresa sueca Skanska y otros de una compañía peruana.
De acuerdo con fuentes policiales citadas por la agencia Reuters, serían entre siete y ocho personas que laboraban para firmas contratistas dedicadas a la explotación de gas y que fueron tomados la víspera como rehenes.
Los guerrilleros, comandados por Florindo Eleuterio Flores Hala, alias "camarada Artemio". habrían dado de plazo 24 horas a partir de que comiencen las negociaciones para que se cumplan sus exigencias o de lo contrario dijeron que la vida de los rehenes peligra.
Además de dinero, los terroristas habrían demandado explosivos, mechas detonadoras, y camisas y pantalones, entre otros artículos, y también exigido que las negociaciones se lleven a cabo sin la presencia de policías o militares.
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Desde que se produjo el secuestro, los reportes sobre el número de rehenes han sido contradictorios. Medios de prensa locales y partes militares dijeron que se trataba de 30 trabajadores y luego indicaron que habían sido liberados 23 de ellos.
El secuestro se produjo en el poblado selvático de Kepashiato, en el distrito de Echarate, provincia La Convención, Cusco, y según la alcaldesa del lugar, Fedia Castro, en total habrían sido 40 las personas secuestradas por los senderistas.
Alrededor de 400 militares y 200 policías patrullan la zona para dar con el paradero de los rehenes, parte de los cuales serían trabajadores de la empresa sueca Skanska y otros de una compañía peruana.