La policía Nacional de Nicaragua reprimió el domingo a un grupo de personas que realizó una protesta relámpago en los alrededores de la Catedral Metropolitana de Managua.
Durante los disturbios, dos jóvenes resultaron heridos por disparos de goma, uno en la cabeza y otro en un costado, mientras los manifestantes con los rostros cubiertos para mantener su identidad protegida denunciaron la detención de varios adolescentes.
Uno de los jóvenes heridos que pidió no ser identificado, dijo que había ido a la catedral de Managua a orar.
"Ellos querían salir al portón pero en eso yo venía a la iglesia, iba al bus, fui a dejar a mi mamá y me vine y en eso recibí una bala", explicó.
"Yo estaba orando por todo pacífico, invito a los que son cristianos oren por la iglesia, oren por los estudiantes, ya que no respetan ni a la iglesia, hay que orar por Nicaragua”, expresó el joven.
Otro herido por una pedrada aseguró que la policía los atacó en la entrada oeste de la catedral, donde también capturaron a una adolescente. Más de 10 patrullas repletas de oficiales antidisturbios rodearon la entrada del centro religioso.
El grupo de jóvenes manifestantes se apostó en las afueras de los portones de la Catedral tomados de la mano y con la bandera azul y blanco y clamando por justicia, mientras la policía arremetió de forma violenta contra ellos. Todos los manifestantes mantuvieron el rostro cubierto y protegieron su identidad para evitar represalias de las autoridades.
La conocida manifestante Flor Ramírez, sin embargo, denunció la captura de una adolescente.
"Estamos pidiendo la libertad de Junieth Corea, tienen que regresarla, es una niña de 14 años, es demasiado lo que están haciendo contra la juventud", expresó la activista que en varias ocasiones ha sido detenida por la Policía Nacional.
Los manifestantes insistieron en que se trató de una manifestación pacífica: "Son unos cobardes porque nuestra única arma es la bandera", expresó otra manifestante.
Durante el domingo, los jóvenes permanecieron refugiados en el atrio del templo, mientras los heridos fueron atendidos por la Cruz Roja en los predios de la iglesia.