El alto comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados, Antonio Guterres, pidió a las naciones mantener abiertas sus fronteras para quienes huyen de las guerras, la persecución, y la pobreza.
Guterres sostiene que la crisis tras las elecciones en Costa de Marfil dejaron más de 200.000 refugiados a fines de 2010, y cientos de miles internamente desplazados.
Mientras tanto, las revueltas de la "Primavera Árabe", en Túnez, Egipto y Libia, han dejado otros cientos de miles sin hogar, pero Guterres advierte que lo peor aún está por venir.
"Mientras la sequía empeora en medio del conflicto de décadas en Somalia, más de 270.000 personas han huido del país, llevando el total de refugiados somalíes en la región a unos 900.000. Otro millón y medio de personas aún están internamente desplazados. Eso significa que una tercera parte del total de población de Somalia se ha visto obligado a abandonar sus hogares" explicó el alto comisionado de ONU.
Según dijo Guterrres, la sequía en el Cuerno de África, que afecta a más de 12 millones de personas, es una crisis humanitaria de proporciones inimaginables y dijo que la protección a los refugiados está disminuyendo debido al racismo, la xenofobia, la discriminación y la intolerancia.
