Tras dos semanas de impasse, donde fue despedido por la presidente de Argentina, Kristina Fernández y luego restituido por la justicia, el presidente del Banco Central de Argentina (BCRA), Martín Redrado, anunció su renuncia.
El economista había quedado en una posición muy difícil después de que decidió no seguir una orden de la presidenta Fernández de Kirchner, esposa del expresidentes Néstor Kirchner, de usar las reservas para el pago de la deuda pública, a menos que el Congreso lo aprobara.
En conferencia de prensa Redrado explicó la situación en pocas palabras: "siento que mi ciclo al frente del Banco Central ha concluido y he decidido definitivamente alejarme del cargo de Presidente del Banco Central con la satisfacción de los deberes cumplidos".
Pero también antes de abandonar el cargo, el economista criticó duramente al gobierno, al que acusó de "avasallar permanentemente las instituciones" y de "pretender llevarse por delante las reservas de los argentinos, que son los ahorros de todos los argentinos".
Tras la decisión de Redrado de no cumplir el decreto presidencial que ordenaba la creación del llamado Fondo del Bicentenario, de 6.500 millones de dólares del Tesoro, para el pago de deuda soberana, la mandataria ordenó también por decreto, pero la justicia argentina anuló el decreto y el economista fue restituido en su cargo por una jueza. Sin embargo, un fallo de segunda instancia, no respaldo la decisión y Redrado decidió abandonar la presidencia del Banco Central.
También al inicio de la próxima semana el Congreso se expedirá respecto a si Redrado incumplió los deberes de funcionario público, tal como lo entiende el Poder Ejecutivo argentino, por no cumplir un decreto presidencia.
Por su parte, el gobierno insiste en que quien está despedido no puede renunciar. “La renuncia no existe", dijo el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández e insistió en que la presidenta esperará el dictamen del Congreso y luego firmará un nuevo decreto de remoción.
Por su parte, ahora la presidenta Fernández, finalmente optó por la vía Parlamentaria, lo que había ignorado en su primer decreto, para conseguir que el Congreso apruebe el uso de las reservas del BCRA, donde el tema comenzará a debatirse en marzo próximo.