El presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Alejandro Aguirre, manifestó a voanoticias.com, en una entrevista telefónica, su satisfacción por la liberación de los periodistas mexicanos que estaban secuestrado por narcotraficantes.
Sin embargo, Aguirre no ocultó su preocupación por la situación existente en México, un extremo en el que coincidió Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del Comité de Protección de los Periodistas (CPJ, por su sigla en inglés).
“Nos alegra muchísimo que hayan salido ilesos, pero desde luego este es un problema que tiene mucho tiempo de estar ocurriendo” dijo Aguirre. “Estos cuatro periodistas, que a Dios gracias fueron liberados, no son los únicos. De hecho, hay muchos, media docena al menos que fueron secuestrados este año y cuyo paradero se desconoce” recordó el presidente de la SIP.
En cuanto al caso de los camarógrafos Javier Canales, del grupo de medios Milenio, y Alejandro Hernández, de la cadena Televisa, “la gran diferencia ha sido que fueron estos periodistas en su mayoría de la capital y de medios nacionales del país. En realidad los periodistas regionales han estado teniendo que enfrentar a las amenazas, asesinatos por varios años ya”, pero ahora la amenaza se extiende, señaló Aguirre.
El presidente de la SIP dijo que el que viven los periodistas en México “es un problema muy grave”. También valoró que “el mundo se está despertando a los problemas reales que enfrentan periodistas mexicanos desde hace mucho tiempo”.
Consideró que la persistencia de estos casos deberían conducir, a analizar “lo que está pasando en México, y como la SIP ha hecho a través de los años, no dejen que esta noticia venga y se vaya sin que no haya un análisis profundo de las causas, de la descomposición social que está ocurriendo y de los problemas que existen con las debilidades del gobierno y con el crimen organizado”, afirmó Aguirre.
Alivio en la CPJ
“Estamos aliviados por la liberación de los cuatro reporteros luego de un angustioso período en cautiverio”, afirmó Carlos Lauría, coordinador del programa de las Américas del CPJ, en un comunicado.
“El gobierno federal debe conducir una investigación exhaustiva y expedita sobre el secuestro, y castigar a los responsables con todo el peso de la ley”, reclamó Lauría.
La liberación de los dos periodistas puso fin a un tenso episodio que atrajo la atención del mundo sobre la violencia sin precedentes que afecta a la prensa en México, destacó el comunicado de la CPJ emitido desde la ciudad de Nueva York. “Volvimos a nacer”, dijo Javier Canales, camarógrafo del grupo de medios Milenio tras ser liberado.
“Las autoridades mexicanas no pueden permitir que grupos criminales controlen el flujo informativo. Aquí están en juego el derecho a la libre expresión de los ciudadanos y la estabilidad de la democracia mexicana”, agregó Lauría.
México es uno de los países más peligrosos del mundo para la prensa, según la investigación de la CPJ, donde más de 30 periodistas han sido asesinados y desaparecidos desde que el Presidente Felipe Calderón asumió el cargo en diciembre de 2006.