El secretario general de las Naciones Unidas; Ban Ki-moon, resaltó la importancia sobre el Día Mundial del Sanitario.
Tiene como objetivo sensibilizar e inspirar la acción para hacer frente a la crisis mundial del saneamiento, tema que a menudo es descuidado y envuelto en tabúes.
La observancia de este año se centra en los "baños y empleos" y el impacto del saneamiento básico -o la falta de él- en los medios de vida y en los entornos laborales.
Los inodoros juegan un papel crucial en la creación de una economía fuerte.
La falta de inodoros en el trabajo y en el hogar tiene graves consecuencias, incluyendo la mala salud que conduce al absentismo, la reducción de la concentración, el agotamiento y la disminución de la productividad.
El acceso al agua, el saneamiento y la higiene (WASH), puede hacer que las economías crezcan más rápido.
Aproximadamente $260 mil millones de dólares se pierden cada año, causados por los efectos del saneamiento pobre y del agua insegura. Cada dólar invertido en agua y saneamiento conduce a $4 dólares en retornos económicos.
Sin embargo, al menos 2.400 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a los baños y están luchando para mantenerse bien, mantener a sus hijos vivos y trabajar hacia un futuro mejor.
Invertir en aseos apropiados es especialmente importante para las mujeres y las niñas, para que tengan instalaciones privadas, limpias y seguras, y sean capaces de manejar la menstruación o el embarazo con seguridad.
El cumplimiento de este derecho humano básico -el derecho al agua y al saneamiento- es bueno para las personas, los negocios y la economía.
La ONU pide seguir trabajando hacia un mundo donde todos y en todas partes, tengan un saneamiento adecuado y equitativo.