Después de 214 días en una prisión mexicana, el sargento Andrew Tahmooressi regresó con su familia en Estados Unidos abordo de un jet privado.
Estados Unidos ejerció una fuerte presión diplomática para ayudar a convencer a un juez que liberara el ex infante de marina por razones humanitarias.
Su liberación se produce después de un largo juicio a puerta cerrada, luego de que Tahmooressi intentara cruzar la frontera de Tijuana con tres armas en su camioneta, el pasado 31 de marzo, en lo que el mismo Tahmooressi llamó como un “error infantil”.
“Estamos agradecidor con las autoridades judiciales mexicanas. Tahmooressi fue puesto en libertad el 31 de octubre y ahora ha regresado a Estados Unidos. A lo largo del encarcelamiento del Sr. Tahmooressi el Departamento de Estado proporcionó asistencia consular y siguió su caso muy de cerca, comunicándonos con él y los miembros de su familia constantemente”, explicó Jen Psaki, portavoz del Departamento de Estado.
Psaki aseguró que el sargento necesitaba atención médica, y que luego de un gran esfuerzo diplomático, finalmente el gobierno mexicano permitió que Tahmooressi recibiera la atención requerida.
El gobierno mexicano “facilitó un rápido acceso consular, visitas y alojamiento regular de múltiples solicitudes realizadas por el gobierno de Estados Unidos y el equipo de la defensa en nombre del Sr. Tahmooressi”, agregó la funcionara estadounidense.