Una misión espacial de la NASA que inicialmente se frustró este martes cuando uno de los astronautas que realizaba una caminata fuera de órbita reportó acumulación de agua en su casco por lo que tuvo que regresar a la Estación Espacial Internacional, fue finalmente concluida con éxito.
Luca Parmitano, el primer italiano en realizar una caminata espacial sintió agua en la parte del cuello, pero pensó en un principio que se trataba de su propio sudor.
“Mi cabeza está mojada y me parece que está aumentando", dijo por radio a los controladores de vuelo en Houston quienes le indicaron que era imposible que se tratara de su sudor y le pidieron que regrese de inmediato a la estación.
Su compañero, el estadounidense Chris Cassidy recogió el equipo y también tuvo que abortar la misión y acompañar Parmitano para auxiliarlo.
No se ha clarificado las razones de la acumulación de agua en el casco que se supone provino del reservorio de agua para el consumo del astronauta, pero la NASA sigue haciendo las investigaciones.
Felizmente se logró estabilizar a Parmitano que por poco casi se ahoga con el líquido acumulado lo que le imposibilitó hablar, oír y respirar por algunos segundos.
Pasada la emergencia el astronauta dijo que se encontraba bien y mencionó que el agua en el espacio y sin gravedad sabe muy diferente.
Parmitano y Cassidy realizaban tareas de mantenimiento fuera de la Estación Espacial Internacional programadas para seis horas de duración, y aunque fueron canceladas inmediatamente después del incidente, los astronautas retomaron las actividades unas horas más tarde, y esta vez el trabajo se realizó con éxito.
Luca Parmitano, el primer italiano en realizar una caminata espacial sintió agua en la parte del cuello, pero pensó en un principio que se trataba de su propio sudor.
“Mi cabeza está mojada y me parece que está aumentando", dijo por radio a los controladores de vuelo en Houston quienes le indicaron que era imposible que se tratara de su sudor y le pidieron que regrese de inmediato a la estación.
Su compañero, el estadounidense Chris Cassidy recogió el equipo y también tuvo que abortar la misión y acompañar Parmitano para auxiliarlo.
No se ha clarificado las razones de la acumulación de agua en el casco que se supone provino del reservorio de agua para el consumo del astronauta, pero la NASA sigue haciendo las investigaciones.
Felizmente se logró estabilizar a Parmitano que por poco casi se ahoga con el líquido acumulado lo que le imposibilitó hablar, oír y respirar por algunos segundos.
Pasada la emergencia el astronauta dijo que se encontraba bien y mencionó que el agua en el espacio y sin gravedad sabe muy diferente.
Parmitano y Cassidy realizaban tareas de mantenimiento fuera de la Estación Espacial Internacional programadas para seis horas de duración, y aunque fueron canceladas inmediatamente después del incidente, los astronautas retomaron las actividades unas horas más tarde, y esta vez el trabajo se realizó con éxito.