El representante republicano por Pennsylvania Tom Marino, nominado del presidente Donald Trump para dirigir la lucha contra las drogas, se retiró el martes de consideración para el cargo después de reportes revelaran que tuvo un papel clave en la debilitación de la autoridad del gobierno para impedir que las compañías farmacéuticas distribuyan opioides.
Trump anunció en Twitter el martes que Marino le informó que iba a retirar su nombre. El presidente elogió al legislador como “un buen hombre y un gran congresista”.
El lunes, Trump había mencionado la posibilidad de retirar la nominación de Marino tras reportajes en el Washington Post y el programa “60 Minutes” de CBS.
El líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, dijo que confirmar a Marino como director nacional de la lucha contra las drogas sería como “poner al lobo a cargo del gallinero”.
“El pueblo estadounidense merece alguien dedicado completamente a combatir la crisis de opioides, no alguien que trabajó a favor de la industria de drogas”, dijo.
El senador Joe Manchin, cuyo estado de West Virginia ha estado entre los más duramente azotados por la epidemia de opioides, dijo que se sintió horrorizado al leer sobre la ley del 2016 y el papel que tuvo Marino en ella.
El Post reportó el domingo que Marino y otros congresistas, además de los mayores distribuidores de medicamentos en el país, prevalecieron ante la Agencia Federal Antidrogas (DEA) y el Departamento de Justicia para que aceptasen una ley favorable a la industria que minó los esfuerzos para restringir el flujo de píldoras que han causado decenas de miles de muertes. El presidente Barack Obama firmó la ley en abril de 2016.
La industria trabajó tras bambalinas con cabilderos y congresistas, incluyendo Marino, dedicando más de 1 millón de dólares a sus campañas electorales, dijo el periódico.