La tormenta tropical María se adentró por fin en el Atlántico en dirección este, dando un respiro a Estados Unidos y el Caribe tras más de un mes de amenaza del clima tropical.
Antes de María, Harvey e Irma hicieron historia al provocar destrozos e inundaciones en Texas y Florida, respectivamente.
El jueves María se encontraba a 440 kilómetros de Carolina del Norte y se alejaba luego de azotar principalmente al vulnerable archipiélago de los Outer Banks, con olas y aguas crecidas desde ambos lados de las islas.
No se registraron heridos al paso de María cerca del territorio continental estadounidense. El agua sobrepasó en ocasiones la única autopista que conecta la isla de Hatteras con el continente, según las autoridades.
Se esperaba que la situación mejorase con rapidez el jueves en los Outer Banks conforme María avanzara el este a gran velocidad, permitiendo reabrir a las escuelas, así como la retirada de arena de las carreteras y la reanudación de los ferrys que conectan la isla de Ocracoke.
La temporada de huracanes 2017 aún no termina. Otra tormenta, Lee, también se mueve en el Atlántico pero no representa ninguna amenaza para tierra.
Al menos 100 personas murieron a consecuencia de los tres huracanes de agosto y septiembre que golpearon el Caribe y Estados Unidos. Las pérdidas materiales en toda la cuenca del Caribe podrían ascender a unos $300.000 millones de dólares.