Los vuelos a Caracas procedentes de Miami vienen copados, no hay puestos, no hay espacio y la situación se vuelve caótica, según pudo comprobar la Voz de América.
En pleno aeropuerto de Miami, los clientes discutían con los agentes del mostrador y la razón es que todos quieren llegar a Venezuela antes del siete de octubre para poder votar.
“Hay un compromiso con el pueblo venezolano, no vienes de vacaciones, vienes a votar. Son 14 años con el mismo gobierno, con las mismas mentiras y un voto, un solo voto, puede hacer la diferencia”, explica Rodrigo Salazar mientras espera su pase de abordaje.
Los precios de los pasajes excedían los $2.000 dólares por persona, algo que para muchos llegó a no importar.
“Me tenía sin cuidado cuanto cuesta el boleto. Votar no tiene precio y más cuando se busca un cambio en el gobierno”, dice David Mosquera, quien llegó procedente de Estados Unidos.
“Salí de Boston, paré en Atlanta, Miami y llegue aquí”, señala Mosquera.
Otros tantos llegaron de Estados Unidos, la mayoría residentes de la ciudad de Miami.
“La cosa es que en Miami no puedes votar, como sabes cerraron el consulado. La otra cosa era irse a otro estado y eso salía más caro. Entonces nos vinimos acá, donde además está la familia”, expresó Yolanda Tovar a la Voz de América mientras en el aeropuerto era recibida por familiares.
El vuelo procedente de Miami estaba lleno y la llegada al aeropuerto de Caracas también se tornó desordenada ante la perdida de maletas, cajas y las ganas de salir del lugar.
Pero muchos como Salazar, Tovar y Mosquera sonreían de felicidad, porque según ellos “el domingo veremos el cambio”.
En pleno aeropuerto de Miami, los clientes discutían con los agentes del mostrador y la razón es que todos quieren llegar a Venezuela antes del siete de octubre para poder votar.
“Hay un compromiso con el pueblo venezolano, no vienes de vacaciones, vienes a votar. Son 14 años con el mismo gobierno, con las mismas mentiras y un voto, un solo voto, puede hacer la diferencia”, explica Rodrigo Salazar mientras espera su pase de abordaje.
Los precios de los pasajes excedían los $2.000 dólares por persona, algo que para muchos llegó a no importar.
“Me tenía sin cuidado cuanto cuesta el boleto. Votar no tiene precio y más cuando se busca un cambio en el gobierno”, dice David Mosquera, quien llegó procedente de Estados Unidos.
“Salí de Boston, paré en Atlanta, Miami y llegue aquí”, señala Mosquera.
Otros tantos llegaron de Estados Unidos, la mayoría residentes de la ciudad de Miami.
“La cosa es que en Miami no puedes votar, como sabes cerraron el consulado. La otra cosa era irse a otro estado y eso salía más caro. Entonces nos vinimos acá, donde además está la familia”, expresó Yolanda Tovar a la Voz de América mientras en el aeropuerto era recibida por familiares.
El vuelo procedente de Miami estaba lleno y la llegada al aeropuerto de Caracas también se tornó desordenada ante la perdida de maletas, cajas y las ganas de salir del lugar.
Pero muchos como Salazar, Tovar y Mosquera sonreían de felicidad, porque según ellos “el domingo veremos el cambio”.
