Camionero sentenciado a 34 años

Tyrone fue condenado previamente a múltiples cadenas perpetuas, pero una corte de apelaciones anuló la sentencia.

Tyrone Williams transportaba a más de 70 indocumentados hacia Houston, pero en el viaje, 19 de ellos murieron por sofocación y deshidratación.

Un camionero recibió una nueva sentencia de casi 34 años tras las rejas por su participación en un intento de contrabando humano en el que murieron 19 inmigrantes indocumentados de América Latina, el más mortífero en la historia de Estados Unidos.

La nueva sentencia de 405 meses de prisión para Tyrone Williams fue dictada durante una audiencia en un tribunal federal de Houston, después que una corte de apelaciones anulara el año pasado las múltiples cadenas perpetuas que recibió el acusado por su papel en el caso, según reporte de la agencia de noticias Associated Press (AP).

Los fiscales argumentaron en Houston que Williams, de 39 años de edad, se merecía permanecer tras las rejas de por vida por el fallido intento de contrabando de mayo de 2003, que resultó en la muerte de 19 inmigrantes dentro de la caja sofocante de un camión de arrastre, a pesar de los dictaminado por la corte de apelaciones.

Antes de ser sentenciado, Williams le dijo al juez que no se merecía una condena perpetua como pedían los fiscales.

"Si hubiese sabido que esas personas estaban así, habría abierto las puertas", dijo Williams. "Yo no mato a gente, su señoría".

El intento de contrabando empezó en la ciudad Harlingen del sur de Texas, donde más de 70 inmigrantes de México, Honduras, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana se subieron al camión de Williams.

Se suponía que éste los transportaría sólo unos 190 kilómetros (120 millas) al norte hasta Robstown, pero durante el viaje Williams recibió instrucciones de llevarlos a Houston, que estaba a más de 320 kilómetros (200 millas) del punto original de destino.

Durante el viaje de más de tres horas, el camionero nunca encendió el aire acondicionado en el compartimiento en el que viajaban los indocumentados.

En medio de temperaturas que llegaron a los 78 grados centígrados (173 Fahrenheit), los inmigrantes patearon y arañaron las paredes, rompieron bombillos y gritaron pidiendo ayuda. A pesar de que Williams se detuvo dos veces durante la travesía, no los dejó salir y posteriormente abandonó el vehículo en la carretera.

Diescisiete personas, entre ellas un niño de cinco años, fueron halladas muertas en el camión. Los otros dos fallecieron luego. Todas las muertes fueron atribuidas a deshidratación, sobrecalentamiento y sofocación.

Además de Williams, se presentaron cargos contra otras 13 personas por el caso.