La Casa Blanca anunció oficialmente el jueves la derogación de la política conocida como “pies secos, pies mojados”, que permitía que cualquier cubano que llegara a suelo estadounidense se quedara y obtuviera estatus de residencia legal.
En un comunicado, el presidente Barack Obama informa que su decisión es una de las “medidas importantes para normalizar las relaciones con Cuba y establecer una mayor consistencia en nuestra política de inmigración”.
“El Departamento de Seguridad Nacional eliminará la política denominada ‘wet-foot/dry foot’ (pies secos pies mojados), que fue creada hace más de veinte años y diseñada para una era diferente”, indica el mensaje.
Cuba elogió la medida y la calificó de "inteligente".
"Creaba serios problemas para la seguridad de Cuba, para la seguridad de los Estados Unidos, para la seguridad de nuestros ciudadanos que se veían expuestos por medio del aliento que implicaban estas políticas preferenciales a tráfico de persona, fraude migratorio, violencia", dijo el jueves por la noche Josefina Vidal, la encargada del área de Estados Unidos de la Cancillería.
Un número no determinado de personas murieron en estos años tratando de cruzar el Estrecho de la Florida.
De a cuerdo con las nuevas disposiciones, con efecto inmediato, los ciudadanos de Cuba que intenten entrar a los Estados Unidos ilegalmente y que no cualifiquen para auxilio humanitario serán sujetos a ser devueltos a Cuba, en concordancia con las leyes de Estados Unidos y las prioridades en su aplicación, agrega el comunicado.
“Al tomar esta medida tratamos a los migrantes cubanos de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países”, dice la nota de la Casa Blanca, la cual explica que: “El gobierno cubano ha aceptado el retorno de los ciudadanos cubanos que serán ordenados a volver a Cuba, así como ha venido aceptando el retorno de los migrantes interceptados en el mar”.
Adicionalmente, se informó que “el Departamento de Seguridad Nacional también ha puesto fin al programa de "parole" (salvoconducto) que admitía a médicos cubanos en terceros países y los estimulaba a emigrar”.
Al explicar la decisión, la Casa Blanca dice que “Estados Unidos y Cuba están trabajando juntos para combatir enfermedades que ponen en peligro la salud y las vidas de nuestros pueblos. Al dar tratamiento preferencial al personal médico cubano, el programa condicional para los médicos contradice esos esfuerzos, y arriesga causar daño al pueblo cubano”.
El personal médico cubano será ahora elegible para solicitar asilo en las embajadas y consulados de Estados Unidos en todo el mundo según los procedimientos aplicables a todos los extranjeros.
“Estados Unidos, una tierra de inmigrantes, desde hace más de un siglo se ha enriquecido con las contribuciones de los estadounidenses de origen cubano”, señala el presidente Barack Obama.
El mandatario agrega que desde que asumió el cargo, su gobierno ha colocado a la comunidad cubano-estadounidense en el centro de sus políticas. "Con este cambio seguiremos recibiendo a los cubanos así como recibimos a los inmigrantes de otras naciones, en concordancia con nuestras leyes”, afirma la nota.
Obama destaca también que durante su administración ha trabajado para mejorar la vida del pueblo cubano, dentro de Cuba, al proporcionarles un mayor acceso a recursos, información y conectividad con el mundo, y asegura que: “Sostener ese enfoque es la mejor manera de asegurarnos de que los cubanos disfruten de la prosperidad, persigan reformas y determinen su propio destino. Como dije en La Habana, el futuro de Cuba debe estar en manos del pueblo”
La medida tiene lugar una semana antes que el presidente Obama deje su cargo y es casi seguramente el último cambio que hará en su vasta reforma a las relaciones con Cuba.
El presidente electo Donald Trump ha asumido una posición más dura con respecto a las relaciones de Estados Unidos con Cuba, indicando que podría revertir las medidas tomadas por Obama una vez que asuma el poder.
La política "pies secos pies mojados" entró en vigencia en 1995 durante el gobierno de Bill Clinton, como una revisión de una política de inmigración más liberal. Hasta entonces, los cubanos detenidos en el mar que trataban de llegar a Estados Unidos se les permitía quedarse en el país y podían convertirse en residentes legales después de un año.
La Habana se ha quejado insistentemente por la política ahora derogada, diciendo que alienta a los cubanos a afrontar peligrosos viajes para escapar y a la salida de los mejores profesionales del país; pero la medida también ha servido para que los cubanos más desencantados busquen una vida mejor en el extranjero y se conviertan en fuente de apoyo financiero para sus familias en la isla.
Poco antes de que la administración Obama anunciara oficialmente la derogación de las dos medidas, un funcionario que había alertado anónimamente sobre la decisión dijo que la mayor parte de los cubanos que huyen de la isla lo hacen por razones económicas o para aprovechar los beneficios que saben pueden recibir si logran llegar a Estados Unidos.
La Habana también insistió en que ahora debe derogarse la Ley de Ajuste Cubano, aprobada por el Congreso de Estados Unidos en la década de los 60 y por la cual se otorga tratamiento especial de refugiado a los isleños y se les da residencia al año.
Cuba consideraba que esta norma y la política de "pies secos pies mojados" eran parte de un "arsenal" de hostilidades para politizar la cuestión migratoria, a la cual se sumaban las sanciones económicas con el objetivo de modificar un modelo político poco afín a Washington tras el triunfo de la revolución en 1959.
En una declaración escrita leída en la televisión estatal el jueves por la tarde para dar a conocer la noticia a la población, el gobierno de Cuba consideró que se trata de "un importante paso en el avance de las relaciones bilaterales".
Según datos del Departamento de Seguridad Interior, desde octubre de 2012, más de 118.000 cubanos se han presentado en los puertos de entrada de Estados Unidos. En el año fiscal 2016, que terminó en septiembre, más de 41.500 cubanos ingresaron por la frontera sur estadounidense, rompiendo un récord de cinco años. Otros 7.000 llegaron entre octubre y noviembre.
Este influjo ha afectado a otros países en la región que deben dar atención a los cuanos que aún no han llegado a la frontera con Estados Unidos, dijo el funcionario.
Se ha informado que los cubanos que han ingresado a Estados Unidos hasta esta fecha, al igual que los profesionales médicos de ese país que han llegado amparados por las medidas derogadas, continuarán el proceso para obtener el estatus legal.
Lea el documento publicado por el Departamento de Seguridad Nacional (inglés)