El sitio web del departamento de Inmigración de Estados Unidos publica desde ayer los formularios necesarios para inciar el proceso de suspensión de las deportaciones de jóvenes indocumentados.
Casi 2 millones de jóvenes inmigrantes pueden presentar desde este miércoles 15 de agosto solicitudes para suspender sus deportaciones en Estados Unidos.
El Departamento de Inmigración y Ciudadanía (USCIS por sus siglas en inglés) anunció que los interesados deberán ingresar en el sitio www.uscis.gov/childhoodarrivals para imprimir los tres formularios que ya están disponibles, para iniciar el proceso.
Los documentos necesarios son el I-821D (que es la solicitud para aplicar la Acción Diferida para los que han llegado como niños a Estados Unidos) el, I-765, (para conseguir autorización para trabajar) y el I-765WS, un cuestionario adjunto cuya finalidad es establecer la necesidad económica del solicitante para obtener una autorización de trabajo.
Luego de llenar las planillas, deberán presentarlas en las oficinas de USCIS.
El presidente Barack Obama anunció en junio la apertura de un proceso que permitirá suspender las deportaciones de aquellos inmigrantes no autorizados que cumplan los siguientes requisitos:
1) Tienen 30 años o menos; 2) han estado en Estados Unidos al menos durante cinco años; 3) han llegado al país antes de cumplir los 16 años; 4) han concluido sus estudios en una secundaria estadounidense o han obtenido un certificado de aprobación del examen en inglés de Desarrollo Educativo General (GED por sus siglas en inglés); y 5) se han enrolado en las fuerzas armadas y/o han cursado o cursan estudios universitarios.
El costo del proceso es de 465 dólares y además se deben presentar documentos escolares, médicos, financieros o militares para demostrar que cumplen con los requisitos.
El director del USCIS, Alejandro Mayorkas dijo que la aprobación de la solicitud "no provee estatus legal ni un camino hacia la ciudadanía".
El nuevo cambio de política podría detener las deportaciones de los inmigrantes jóvenes indocumentados que habrían podido acceder a la fallida Ley DREAM, que Obama apoyó antes.
Los detractores del programa, incluido el presidente de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, Lamar Smith, describen la política como una amnistía clandestina y señalan que diversos sectores han expresado preocupación de que se preste al fraude.
El Departamento de Inmigración y Ciudadanía (USCIS por sus siglas en inglés) anunció que los interesados deberán ingresar en el sitio www.uscis.gov/childhoodarrivals para imprimir los tres formularios que ya están disponibles, para iniciar el proceso.
Los documentos necesarios son el I-821D (que es la solicitud para aplicar la Acción Diferida para los que han llegado como niños a Estados Unidos) el, I-765, (para conseguir autorización para trabajar) y el I-765WS, un cuestionario adjunto cuya finalidad es establecer la necesidad económica del solicitante para obtener una autorización de trabajo.
Luego de llenar las planillas, deberán presentarlas en las oficinas de USCIS.
El presidente Barack Obama anunció en junio la apertura de un proceso que permitirá suspender las deportaciones de aquellos inmigrantes no autorizados que cumplan los siguientes requisitos:
1) Tienen 30 años o menos; 2) han estado en Estados Unidos al menos durante cinco años; 3) han llegado al país antes de cumplir los 16 años; 4) han concluido sus estudios en una secundaria estadounidense o han obtenido un certificado de aprobación del examen en inglés de Desarrollo Educativo General (GED por sus siglas en inglés); y 5) se han enrolado en las fuerzas armadas y/o han cursado o cursan estudios universitarios.
El costo del proceso es de 465 dólares y además se deben presentar documentos escolares, médicos, financieros o militares para demostrar que cumplen con los requisitos.
El director del USCIS, Alejandro Mayorkas dijo que la aprobación de la solicitud "no provee estatus legal ni un camino hacia la ciudadanía".
El nuevo cambio de política podría detener las deportaciones de los inmigrantes jóvenes indocumentados que habrían podido acceder a la fallida Ley DREAM, que Obama apoyó antes.
Los detractores del programa, incluido el presidente de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, Lamar Smith, describen la política como una amnistía clandestina y señalan que diversos sectores han expresado preocupación de que se preste al fraude.