El Pentágono adopta medidas para fomentar la diversidad racial en el ejército

El secretario de Defensa, Mark Esper, en el centro, recorre la plaza Lafayette, junto al presidente Donald Trump y al jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, minutos después de que el mandatario amenazara con activar al ejército.

A raíz de la muerte del afroestadounidense George Floyd, diversos comandantes han abogado por adoptar medidas para acabar con la simbología confederada en las Fuerzas Armadas. Sin embargo, la Casa Blanca ha rechazado acometer algunos cambios alegando que "nadie manoseará" la historia del país.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, anunció este jueves que el Pentágono adoptará una serie de medidas para fomentar "la diversidad y la inclusión" racial en las Fuerzas Armadas.

"Sabemos que este prejuicio es una carga para muchos de nuestros miembros y tiene un impacto, directo o indirecto, en la experiencia de aquellos que forman parte de una minoría (...). Estas cosas no tienen cabida en nuestro ejército, no tienen cabida en nuestro país", señaló Esper en un vídeo divulgado por el Departamento de Defensa.

En total, el Pentágono adoptará con carácter inmediato tres medidas para hacer frente a la situación, según detalla un comunicado de prensa emitido este jueves por la cartera de Defensa.

En primer lugar, se establecerá una Junta para la Defensa de la Diversidad y la Inclusión en el Ejército, que a lo largo de los próximos seis meses "llevará a cabo un esprint" para desarrollar una serie de recomendaciones "concretas y aplicables" que sirvan para incrementar la diversidad en las tropas y garantizar la "igualdad de oportunidades" en todos los rangos.

Asimismo, se comenzará a formar un comité externo, similar al que ya existe para garantizar la igualdad de género, cuya misión será proporcionar al Departamento de Defensa una serie de directrices a largo plazo.

Por último, concluye el comunicado, se buscarán iniciativas que puedan ayudar "inmediatamente" a avanzar en dirección al fin de la discriminación en las Fuerzas Armadas.

"Hemos instruido a los líderes civiles y militares del Pentágono a que presenten inmediatamente ideas aplicables que el Departamento pueda comenzar a implementar ahora mismo", concluye el comunicado.

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La decisión de Esper se produce después de que el ejército se haya visto en el ojo del huracán por su participación en el operativo gubernamental para controlar la oleada de protestas que ha sacudido a Estados Unidos en las últimas semanas en respuesta a la muerte, el pasado 25 de mayo, de George Floyd, un afroestadounidense que falleció cuando se encontraba bajo custodia policial.

El carácter violento de algunas de estas protestas, especialmente en Minneapolis, llevó al presidente Donald Trump a ordenar el despliegue de tropas regulares en algunas ciudades, como la capital del país, Washington DC y a instar a los gobernadores a recurrir a la Guardia Nacional.

La decisión del mandatario fue fuertemente criticada por algunos sectores de la sociedad, e incluso por algunos miembros del estamento castrense. El propio Esper dijo públicamente que no aprobaba el despliegue de soldados para hacer frente a la población estadounidense.

Además, en las últimas semanas, varios comandantes en activo, han adoptado medidas concretas, como prohibir el uso de banderas confederas, y se han mostrado abiertos a cambiar el nombre de algunas bases militares bautizadas en honor a generales que lucharon durante la guerra civil por mantener la esclavitud. La Casa Blanca se ha negado a considerar tal posibilidad.

"Se ha sugerido que deberíamos renombrar al menos diez de nuestras legendarias bases militares (...). Mi administración no considerará siquiera renombrar estas magníficas y fabulosas instalaciones. Nadie manoseará nuestra historia, la del país más grande del mundo", señaló la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, el pasado 10 de junio, leyendo directamente un texto firmado por Trump.