Un grupo de casi dos docenas de legisladores demócratas pidieron al presidente de la Cámara de Representantes posponer el discurso del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, programado para marzo.
La petición coincide con quejas de la Casa Blanca que apuntan a que el gobierno israelí ha estado filtrando y “distorsionando” información que Estados Unidos considera confidencial de la negociación sobre el programa nuclear iraní.
Utilizando un lenguaje directo, la hasta ayer portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, dijo que Estados Unidos ha dejado de compartir información con Israel por esta desconfianza.
“Creo que nos podemos atrever a decir que no todo lo que están escuchando del gobierno israelí es un reflejo fiel de los detalles de las conversaciones”, advirtió Psaki.
Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo a los periodistas que Israel no ha representado con exactitud la posición de EE.UU. en el pasado.
“EE.UU. no va a estar en una posición de negociar este acuerdo en público. Y particularmente, cuando vemos que hay una continua práctica de manipular partes específicas de información y usarlas fuera de contexto para distorsionar [nuestra] posición negociadora”, dijo.
Netanyahu, un fuerte crítico de esa negociación, aceptó una invitación del presidente de la Cámara, John Boehner, para dirigirse al pleno del Congreso el mes próximo. La invitación le fue cursada sin consultar con la Casa Blanca, un hecho que ha agravado la brecha entre Netanyahu y el presidente Barack Obama.
Los demócratas dicen que Boehner “parece estar utilizando al líder israelí como herramienta política”, mientras en Israel también señalan a Netanyahu de estar utilizando la visita para fines políticos y de poner en riesgo y el apoyo de Estados Unidos hacia Israel.
Netanyahu está en medio de un proceso para reelegirse en las elecciones del 17 de marzo es ahora parte de un creciente escándalo sobre sus gastos y sobre un engañoso video en que muestra la forma sencilla en que supuestamente vive.