La solicitud de $3.700 millones de dólares para poner en marcha un plan que frene el ingreso indiscriminado de menores de edad y mujeres por la frontera avivó las críticas al presidente Barack Obama por su gestión en el tema inmigratorio.
El líder republicano de la Cámara, John Boehner, señaló que no están dispuestos a darle al presidente “un cheque en blanco” para que continúe con una política que no ha dado resultados.
Por su parte, el liderazgo republicano del Senado también criticó el pedido de fondos del presidente para solucionar una crisis que “él mismo generó”.
“Queremos asegurarnos de que reciba las herramientas adecuadas para ayudarle a resolver el problema. Y eso no es lo que hemos visto hasta ahora por parte del presidente”, dijo el presidente del bloque republicano del Senado, Mitch McConnell.
Por su parte la Casa Blanca defendió la estrategia del gobierno y expresó que la propuesta que presentaron es “muy concreta sobre los recursos adicionales que se necesitan” para atender una “necesidad clara y urgente”.
En una audiencia del Comité de Apropiaciones del Senado para discutir la asignación de fondos adicionales para atender la crisis en la frontera, el senador demócrata Patrick Leahy rechazó cambios a la ley para deportar los menores en forma más rapida.
"Yo puedo asegurar que voy a luchar cambios a la Ley de Protección de Víctimas de la Trata a como de lugar", dijo en referencia a la ley que los republicanos quieren cambiar.
Tomando nota de que algunos de los inmigrantes que llegan son menores que tratan de escapar de la violencia sexual y las pandillas, Leahy dijo que "no estoy seguro que todos los estadounidenses realmente quieran enviarlos inmediatamente de vuelta''.
Por su parte, el secretario de Seguridad Interior, Jeh Johnson, defendió la solicitud de gastos de emergencia en la audiencia del Senado.
Dijo que sin el dinero, las agencias de Inmigración y Aduanas y Aduanas y la Patrulla Fronteriza se quedarían sin recursos en los próximos dos meses, y el Departamento de Seguridad Nacional "tendría que desviar fondos importantes de otros programas críticos sólo para mantener las operaciones''.