El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, juramentó a su gobierno el domingo después de un año y medio de estancamiento político.
El primer ministro será procesado por cargos de corrupción la próxima semana, aún así la Corte Suprema del país lo aprobó la semana pasada para formar un gobierno.
Un controvertido acuerdo de poder compartido entre Netanyahu y su rival opositor del partido centrista Azul y Blanco, Benny Gantz, afirma que Netanyahu seguirá siendo primer ministro durante 18 meses antes de entregar el cargo a su nuevo socio.
Los opositores al acuerdo argumentan que el trabajo de "primer ministro suplente" es ilegal.
El gabinete tendrá un récord de 36 ministros.
El acuerdo sigue a tres elecciones no concluyentes. Gantz había dicho originalmente que rechazaría cualquier acuerdo para compartir el poder con un líder que se enfrenta a juicio, pero recientemente revirtió su posición, diciendo que quiere ayudar a Israel a salir de la pandemia de coronavirus sin una cuarta elección sobre su cabeza.
Un tribunal acusó a Netanyahu a fines del año pasado por cargos de soborno, fraude y abuso de confianza, incluidas acusaciones de favores políticos prometedores para los magnates de los medios a cambio de obsequios lujosos o cobertura de noticias favorable. El líder israelí niega los cargos y dice ser víctima de una cacería de brujas política. Su juicio comenzará el 24 de mayo.
Según la ley israelí, los ministros acusados del gobierno deben renunciar. Pero nunca se ha determinado si la ley también se aplica a los primeros ministros o si se les permite formar un gobierno mientras se enfrentan a un juicio.