Venezuela: OEA descarta llamado a cancilleres

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, es de la opinión de que la crisis en Venezuela es interna y debe seguir como tal.

Arturo Vallarino, embajador de Panamá en la OEA, reconoció que no se tienen los 18 votos necesarios para convocar a una reunión de cancilleres, algo que hasta el momento "nadie rechaza, pero que nadie apoya".
El embajador de Panamá ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Arturo Ulises Vallarino, se mostró optimista de que el Consejo Permanente de la Organización pueda aprobar una resolución este viernes que pudiera representar la posición oficial de la Organización frente al problema de Venezuela.

Jaua: "Otra victoria para Venezuela"

El canciller de Venezuela, Elías Jaua, dijo estar satisfecho con el rechazo de la Organización de Estados Americanos (OEA) a convocar a una reunión de cancilleres del continente para que sean ellos los que resuelvan la crisis en Venezuela.

"Es una victoria del pueblo venezolano, es una victoria de la América Latina independiente y digna", dijo Jaua en una entrevista a medio de comunicación regional.

Jaua también sostuvo que el "rechazo unánime a la intervención desde el norte" es otra muestra de que la mayoría de los representantes de los países miembros, no apoyan una intervención del organismo regional en los asuntos de su país.

El embajador Vallarino en entrevista con la Voz de América reconoció, sin embargo, que no tienen siquiera los 18 votos necesarios para convocar a una reunión de cancilleres, algo que hasta el momento nadie rechaza, pero que nadie apoya por considerarla prematura.

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Entrevista con el embajador de Panamá ante la OEA


El jueves por la noche, luego de largas horas de debate, el Consejo Permanente de la OEA no pudo alcanzar consenso. Discrepancias entre sus miembros impidieron acordar el texto de una declaración política.

Con anterioridad organizaciones como Human Right Watch, algunos estados miembros de la OEA y voces de la sociedad civil habían pedido que la reunión del jueves fuera abierta al público, pero por mayoría de 21 votos a favor, 7 en contra y 6 abstenciones se decidió mantenerla privada.

La OEA convocó a la continuación de la sesión para las 10:00 de la mañana de este viernes, siempre a puerta cerrada.

Durante la sesión, la representación de Bolivia presentó la propuesta de resolución de llamado al diálogo en Venezuela, sin condenar los atropellos y las violaciones de derechos humanos que se registran desde hace varias semanas en ese país.

Una propuesta peruana, apoyada por la Alianza del Pacífico, en cambió, pedía que el secretario general de la OEA hiciera seguimiento al diálogo que el presidente Nicolás Maduro ha iniciado con algunos sectores de la oposición, pero ésta fue considerada por Venezuela como "intervencionista".

La embajadora estadounidense, Carmen Lomellin, calificó de "inaceptable" que "este hemisferio se quede callado, que no hable por medio de su institución más importante" sobre lo que ocurre en Venezuela y pidió una reunión de consulta de cancilleres que puedan debatir el situación de Venezuela y una comisión de la CIDH que verifique las violaciones de derechos humanos.

Sin embargo, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, sostuvo que dichas peticiones serían para discusión posterior.

En su discurso, Insulza dijo que "el camino a la reconciliación que se necesita urgentemente en Venezuela no pasa por el derrocamiento de un gobierno que fue elegido hace menos de un año, ni por el desconocimiento y hostilización permanente de una oposición que también mostró su fuerza en las urnas".

Añadió que "lo ideal sería que el diálogo por la reconciliación en Venezuela sea conducido por ciudadanos venezolanos que den confianza a todos y tengan la presencia pública y la autoridad moral para dar seguimiento a los acuerdos. Eso sería lo que corresponde a una crisis que es interna y debe seguir siendo tratada como tal".

Venezuela vive una ola de protestas desde el pasado 12 de febrero contra el Gobierno de Nicolás Maduro, que en algunos casos han desembocado en actos de violencia con un saldo de 19 muertos, más de 300 heridos y centenares de detenidos.