Fuerza Aérea despide a nueve comandantes

La secretaria de la Fuerza Aérea, Deborah Lee James, y el jefe del Comando de Ataque Global, general Stephen Wilson, en rueda de prensa en el Pentágono.

Los oficiales eran del destacamento de misiles nucleares y ocupaban cargos de dirección en la base aérea de Malmstrom, en Montana.
La Fuerza Aérea de EE.UU. depuso a nueve comandantes de su destacamento nuclear a la luz de un escándalo relacionado con trampas hechas en exámenes para evaluar la disposición combativa de quienes están responsabilizados con esos misiles.

Los oficiales echados ocupaban “cargos dirigentes” en la base aérea de Malmstrom, en Montana, según informó la secretaria de la Fuerza Aérea, Deborah Lee James.

Aunque los despedidos no estaban directamente involucrados en los fraudes cometidos durante los exámenes, sí fallaron en proporcionar la adecuada supervisión a sus hombres, dijo James. Un décimo comandante presentó su renuncia y se jubilará.

El escándalo se destapó en enero último después de que las trampas fueron descubiertas durante una investigación separada sobre cargos de posesión de drogas por parte de oficiales de la base Malmstrom.

Los oficiales involucrados en las trampas se pasaron entre sí las respuestas a pruebas concebidas para valorar la competencia de los militares ante “órdenes de emergencia de guerra” que connotaban el lanzamiento de misiles nucleares.

El militar de más alta graduación tocado por el escándalo fue el comandante del destacamento de misiles 341 de Malmstrom, el coronel Robert Stanley, a quien se le permitió renunciar.

Ningún general ha sido castigado por el fraude. Pero el mayor general Michael Carey, despedido por otras razones en octubre pasado como jefe de la unidad 20 de la Fuerza Aérea (a cargo de los misiles intercontinentales), ha pedido dejar su actual puesto como oficial en el Comando Espacial y pasar a retiro.