¿Cómo se aprueban las leyes en EE.UU.?
¿Cómo se aprueban las leyes en EE.UU.?
El sistema legislativo de Estados Unidos es bicameral por lo que la propuesta de proyectos de leyes comienza lo mismo en el Senado que en la Cámara de Representantes, dependiendo de si lo presenta un senador y un representante.
"Todos los poderes legislativos otorgados en la presente Constitución corresponderán a un Congreso de Estados Unidos, que se compondrá de un Senado y una Cámara de Representantes", indica el texto de la Constitución estadounidense de 1787 en su Artículo Uno.
Cuando el proyecto de ley se inicia en la Cámara de Representantes, -ahora de mayoría demócrata-, se coloca en una caja de madera conocida como "the hopper".
Una vez ahí se le asigna un número legislativo antes de que la presidencia de la Cámara de Representantes, liderada en este momento por Nancy Pelosi, lo envíe a uno de los comités de esa instancia.
Los representantes o senadores encargados de impulsar el proyecto de ley se reúnen en pequeños grupos para estudiar, intercambiar opiniones, hacer cambios o reescribir el proyecto en cuestión.
Luego votan para aceptar o rechazar el documento y los cambios antes de devolverlo a la Cámara de Representantes o al Senado para el debate general. Si es aprobado por la mayoría, se envía a una u otra cámara del Congreso para pasar por un proceso similar que incluye debate, posibles modificaciones y votación.
Al presidente de Estados Unidos, -encargado de firmar o no para que se convierta en ley (Act en inglés)-, debe llegar una versión final en que concuerden ambas versiones (del Senado y de la Cámara de Representantes).
¿Cómo se vota?
Para votar, la Cámara de Representantes usa un sistema de voto electrónico.
El Senado, por su lado, vota a viva voz: "yay" (sí) o "nay" (no).
La Constitución indica que la votación de ambas cámaras será nominal y los nombres de las personas que voten en pro o en contra del proyecto se asentarán en el diario de la instancia que corresponda.
¿Qué ocurre cuando el proyecto llega al presidente?
El presidente de Estados Unidos tiene la potestad de:
1.-Aprobar y firmar el proyecto de ley y convertirlo así en ley.
2.-Vetar el proyecto. Al rechazarlo, este regresa al Congreso con los motivos por los que fue vetado. Pero el Congreso puede anular el veto si tiene el apoyo de 2/3 partes de los congresistas presentes en ambas cámaras. De ocurrir, el proyecto se convierte en ley pese al veto presidencial.
3.-Determinar no hacer nada. Si el Congreso está en sesión, tras 10 días de no recibir una respuesta del presidente, el proyecto se transforma automáticamente en ley.
4.-Hacer un veto "de bolsillo" ("Pocket veto"), que consiste en que si el Congreso no está en sesión dentro de los 10 días posteriores a que le fuera enviado el proyecto de ley, el presidente puede optar por no firmarlo y por tanto no convertirlo en ley.
Carmen Osorio, una joven de origen mexicano amparada por DACA, forma parte de una delegación de jóvenes soñadores que llegó desde California hasta Washington, DC para apoyar la presentación en el Congreso de un proyecto de ley que busca otorgar a los soñadores la seguridad de presencia legal en EE.UU. con un camino hacia la ciudadanía.
Esta joven estudiante nació en Aguascalientes, México y con tan solo seis años de edad emigró junto a sus padres a Estados Unidos “por necesidad” en busca del llamado sueño americano.
Durante sus años de infancia, nunca supo qué era ser indocumentada hasta que, en su último año, en la escuela secundaria, su consejera le dijo “no podrás ir a la universidad porque eres ilegal”, cuenta Carmen Osorio a la Voz de América.
En esa época -2010- no había ayuda financiera, ni DACA para estudiantes indocumentados y, a pesar que esta joven fue aprobada en todas las universidades a las que postuló, no pudo seguir sus estudios en ninguna.
“Entré en depresión por dos años, tiempo durante el cual trabajé con mi padre que es jornalero. Salía todas las mañanas con él a cortar grama y los fines de semana vendíamos en ferias”, recuerda Carmen.
Luego se aprobó la Acción Diferida para los Niños Llegados en la Infancia (DACA) en 2012, con lo que Carmen pudo inscribirse en el colegio comunitario.
Gracias a DACA, Carmen, quien es madre de un niño de un año, se graduará en junio del colegio comunitario, pero sus sueños y esperanzas con los que un día llegaron sus padres podrían desaparecer si se cancela el programa definitivamente después de varios intentos fallidos por parte del gobierno de Trump.
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Vea este FacebookLive con la historia de esta delegación de jóvenes soñadores
“No vamos a permitirle a Donald Trump que los envíen de regreso. Poniendo sus vidas en peligro o destrozando familias. No vamos a pedirles que vivan en un estado constante de miedo e incertidumbre. De eso se trata este proyecto de ley”, señaló la congresista demócrata por Nueva York, Nydia Velasquez, quien junto a sus colegas Luccille Roybal-Allard e Yvette Clark son los autores del proyecto legislativo "Dream and Promise Act 2019".
Velásquez indicó durante una conferencia de prensa el martes, que partes de esta reciente legislación fueron tomadas de la versión que presentó el año pasado y que ya era tiempo de ofrecer a "estas comunidades con miedos la certeza sobre su futuro".
¿Qué es el Dream and promise Act?
Bajo la premisa de no permitir que el gobierno del presidente Donald Trump envíe de regreso a sus países de origen a inmigrantes que han construido toda una vida en Estados Unidos, legisladores demócratas presentaron en el Congreso el “Dream and Promise Act”, una esperanza para más de dos millones inmigrantes.
Como explica a la Voz de América, la defensora de políticas nacionales de la Coalición para los Derechos de los Inmigrantes (CHIRLA, por sus siglas en inglés) Isabel J. Sánchez, el proyecto de ley en mención, a diferencia de anteriores propuestas legislativas ampara a tres grupos de inmigrantes afectados por las políticas del presidente Donald Trump.
La Ley del Sueño y la Promesa (traducido al español) ofrece un estatus legal permanente con camino a la ciudadanía a los llamados “dreamers” o soñadores, a los amparados por el TPS y a inmigrantes de Liberia, quienes gozan de una protección especial bajo el programa Salida Forzada Diferida (DED, por sus siglas en inglés), quienes estarían en riesgo de perderla.
“Lo que hace diferente a este proyecto de ley es que incluye a tres categorías de inmigrantes a quienes les ofrece un estatus legal permanente y la posibilidad de convertirse en ciudadanos estadounidense siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos", señaló Isabel Sánchez.
Tanto los demócratas en la Cámara de Representantes, como los activistas y los propios beneficiados bajo esta propuesta tienen la esperanza que este Congreso renovado someta a votación el proyecto de ley.
Pero lo más importante, es que esperan que "sirva de ejemplo y de inspiración para que hagan lo mismo en el Senado”, señaló Sánchez.
Opciones en el Senado
En el Senado, de mayoría republicana, es muy probable que la propuesta de ley sea detenida o incluso de ser aprobada podría ser vetada por el presidente Donald Trump, quien ha insistido con la cancelación de estos programas migratorios.
En reiteradas ocasiones, el presidente Trump ha mencionado que está a favor de una ley migratoria integral aprobada en el Congreso y de una migración en base al mérito de cada persona.
También, insiste en la construcción de un muro en la frontera sur con México y ha declarado emergencia nacional con la intención de utilizar fondos de otras agencias gubernamentales para el construcción del muro, un dinero que el Congreso no está dispuesto a otorgarle.
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"La necesidad de que el Congreso actúe en el tema migratorio no es una urgencia que ha desaparecido. Si el Senado no toma esta propuesta, que presenten su versión y voten", aseguró Sánchez.
El apoyo republicano a un proyecto de ley que no incluya aspectos sobre la seguridad fronteriza siempre ha sido mínimo y el pequeño grupo de legisladores republicanos que respaldó el "Dream Act" en el anterior Congreso ya no están.
Durante una reciente audiencia del Comité Judicial, el miembro del panel, el republicano Doug Collins, dijo que los republicanos respaldarían un proyecto de ley para legalizar a algunos soñadores, si incluye nuevas leyes para reducir la inmigración ilegal, ya sea a través de la frontera sur o por el exceso de visas o permisos de trabajo otorgados de manera fraudulentas.
Si no se consideran medidas de este tipo pocos legisladores republicanos aprobarían el proyecto de ley de la Cámara de Representantes y tendría pocas posibilidades de ser considerado en el Senado liderado por su bancada.
Jóvenes soñadores tienen esperanzas
Por su parte, los jóvenes como Carmen guardan muchas esperanzas en este proyecto de ley porque, como ella misma dice, "estoy luchando no solo por mí sino por mi familia, por mi hermano y por toda la comunidad inmigrante".
"Estamos aquí para hablar con los congresistas, les vamos a contar nuestras historias, espero que podamos moverles el corazón tanto a demócratas y a republicanos, nos escuchen y aprueben esta ley", expresó Elín, un joven mexicano, quien acompañó a esta delegación de jóvenes soñadores hasta el Congreso.