¿Qué viene tras el cáncer de Chávez?

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, realizó el viernes una caminata de 10 minutos por prescripción médica.

Más allá de lo que pueda pasar a mediano-largo plazo, es indiscutible que el líder moviliza a sus partidarios y opositores por igual.

El líder cubano Fidel Castro afirmó que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, logrará una "gran victoria" en la "batalla decisiva" contra el tumor canceroso que le fue extraído en La Habana.

"Sin vacilación, afirmo que los resultados son impresionantes y no vacilé en afirmar que el paciente ha librado una batalla decisiva que lo conducirá y con él a Venezuela, a una gran victoria", escribió Castro en el portal oficialista Cubadebate.

"Ahora los enemigos externos e internos de Hugo Chávez están a merced de sus palabras y sus iniciativas. Habrá sin dudas sorpresas para ellos", aade Castro.

A un año de las presidenciales en Venezuela, el anuncio de que Hugo Chávez fue operado de un tumor canceroso en Cuba dejó en evidencia hasta qué punto el escenario político del país gira en torno a su figura, que unifica tanto a partidarios como opositores.

Si bien Chávez dijo que el tumor fue extraído totalmente, la información sobre su salud llega a cuentagotas, sin que todavía se sepa qué tipo de cáncer padece y cuándo podría regresar al país, despertando especulaciones de todo tipo sobre la posibilidad de que no pueda seguir como candidato de su partido, el PSUV, para 2012.

El cáncer del mandatario de 56 años y su incierta recuperación “cayó como un balde de agua fría (entre sus adeptos), en la medida que después de todo su partido vive de la figura de Chávez”, dijo a la Voz de América el analista político venezolano, José Vicente Carrasquero, profesor del posgrado en ciencias políticas de la Universidad Central de Venezuela.

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) “es como un archipiélago de divisiones que incluye a militares, izquierdistas radicales, progresistas, de la vieja ola al estilo comunista…Es un archipiélago de partidos amalgamados por la figura de Chávez, y si Chávez falta cada uno de esos tendrá un líder que no reconocerá al otro”, anticipó el analista político.

El hecho de que el mandatario gobierne desde La Habana sin delegar temporalmente el poder en su vicepresidente Elías Jaua, tal como prevé la Carta Magna, demuestra que le preocupa ceder el pulso de su gobierno, que depende de su liderazgo, según Carrasquero.

Con Chávez o sin Chávez al frente de la candidatura del PSUV, la noticia de su enfermedad también es un llamado de atención a los líderes de la oposición de que el antichavismo no debe ser su principal fuerza motivadora y deben presentar un líder y proyecto de país capaz de hacer frente a un partido bastante más grande que la coalición que los agrupa, la Mesa de la Unidad Democrática.

“La Mesa de Unidad Democrática constituye una serie de pedazos fragmentados pegados con cola, que tiene como motivo fundamental el ganar al presidente Chávez en las elecciones, no tiene un proyecto de país único”, dijo a la Voz de América el politólogo Nicmer Evans, columnista y profesor de Teoría Política en la Universidad Central de Venezuela.

Evans sostuvo que los chavistas están más unificados que los opositores: “En el proceso revolucionario creo que está bastante claro que no solamente los une el presidente, sino también un proyecto de país y la necesidad de evitar que la derecha vuelva, a pesar de las diferencias dentro de ese proceso”.

Y ante los múltiples escenarios que se abren dependiendo de la evolución de la salud de Chávez, el politólogo dijo que la oposición se vería “envalentonada” si no puede confrontar a Hugo Chávez, “que ha podido derrotarlos de manera permanente, paulatina”, pero sólo tendría verdadera oportunidad de ganar si se enfrenta a un candidato que sustituya al líder.

Carrasquero, en tanto, coincide en que la ausencia de Chávez beneficiaría a la oposición, pero cree que ellos tienen oportunidad de estar a la altura incluso si el mandatario se presenta.

“(La enfermedad) definitivamente beneficia a la oposición porque tumba la imagen de un Chávez invicto, de persona fuerte, invencible”, dijo, pero consideró que “inclusive si Chávez se presenta, algo pasa por debajo de la mesa con la fortaleza de su figura y es que el rendimiento de su gestión ha sido malo”.

Más allá de lo que pueda pasar a mediano-largo plazo, es indiscutible que el líder –descripto como carismático por algunos, verticalista por otros-, moviliza a sus partidarios y opositores por igual, sacudidos ante la posibilidad de que el futuro político del país cambie tras doce años de chavismo.