Penn State recibe severo castigo por escándalo sexual

Trabajadores remueven la estatua del legendario entrenador de fútbol colegial universitario, Joe Patterno, el domingo, en el estadio de Penn State.

$60 millones de multa, prohibición de jugar finales en los próximos años y el desconocimiento de sus victorias desde 1988 son algunos de los castigos.
La universidad Penn State fue castigada con una multa de $60 millones, la prohibición durante los próximos cuatro años de jugar finales y la pérdida de 40 becas deportivas, como resultado del escándalo de abuso sexual en el que estuvo involucrado el coordinador defensivo del equipo, Jerry Sandusky.

Adicionalmente, a la universidad le fueron desconocidas todas sus victorias desde 1998 a 2011, en lo que constituye un severo golpe al legado de Joe Patterno, quien hasta hoy era el entrenador con más victorias en el fútbol colegial de Estados Unidos.

Sandusky era asistente del legendario entrenador Patterno, cuya estatua conmemorativa fue retirada este domingo del estadio de la universidad, luego que una investigación conducida por el ex director del FBI Louis Freeh reveló la negligencia de las autoridades de la Universidad, y de Patterno, en particular, para detener los abusos.

El presidente de la Asociación Nacional de Atletismo Colegiado de Estados Unidos(NCAA por sus siglas en inglés), Mark Emmert anunció el castigo diciendo que “uno de los peligros en nuestro amor por el deporte es que los deportes en sí pueden hacerse demasiado importantes como para fracasar, demasiado grandes para confrontar”.

Los $60 millones, que corresponden a las ganancias netas durante un año en el programa de fútbol, servirán para crear un fondo para las víctimas del abuso y para prevenir futuros abusos, dijo Emmert.

Los atletas tendrán la libertad de ser transferidos y mantienen su elegibilidad, creando la posibilidad de un éxodo masivo hacia otros equipos.

Aunque la institución se salvó de la llamada pena de muerte, que hubiera cerrado el programa por completo, las sanciones son tan serias que podría tomar años recuperarse de ellas.

Emmert dijo que ningún castigo puede cambiar o mitigar el daño hecho por Sandusky a los niños de los que abuso, pero “la cultura, las acciones y la falta de acción que permitió que fueran victimizados no va a ser tolerada en el deporte colegial”.