Al menos 17 personas perdieron la vida durante las protestas contra el presidente de Siria, Bashar al-Assad en la ciudad meridional de Derá, epicentro de las manifestaciones.
Los testigos citados por la agencia Reuters declararon que las fuerzas de seguridad dispararon para dispersar a los manifestantes que reaccionaron incendiando un local del gobernante partido Baaz y destrozando una estatua del hermano del presidente.
Una fuente hospitalaria y un testigo establecieron en 17 el número de fallecidos.
La ola de protestas sin precedentes contra décadas de Gobierno del partido Baaz sacude Siria desde hace tres semanas, desde entonces Assad intenta contener una revuelta como la que derrocó en los últimos meses a los presidentes de Túnez y Egipto e hizo estallar una guerra civil en Libia.
En Damasco la policía atacó con bastones a manifestantes suníes a la salida de una mezquita. Centenares de personas salieron a las calles de Homs, una ciudad suní en el centro del país.