Una Semana Santa venezolana a distancia y en cuarentena

El coronavirus interrumpió todos los aspectos del día a día, incluso el religioso para los prácticamente de todos los credos. Pero para los cristianos cayó en una época especial: la celebración de la muerte y resurrección de Jesucristo.

Desde los balcones y las puertas de la casa, por televisión, o incluso a través de internet. Los fieles venezolanos tratan de honrar sus tradiciones en medio de la pandemia de la COVID-19.

Vestidos de morado y con rosarios en la mano, pero tratando de guardar las distancias y con tapabocas, cientos de caraqueños salieron el Miércoles Santo a recibir la imagen del Nazareno de San Pablo, que después de al menos 300 años, salió de su basílica a recorrer de este a oeste las calles Caracas para acercarse a los fieles.

Esta iniciativa se da después de que se recomendaran los cierres de las iglesias y templos para evitar la propagación de la COVID-19 luego de que se confirmaran los primeros casos en el país, el pasado 13 de marzo, a menos de un mes de la Semana Santa, la celebración más importante para los cristianos.

También es parte del llamado del Vaticano y del Papa Francisco de llevar la iglesia al hogar en medio de la pandemia y que no es de extrañar que en Venezuela -donde entre el 79% y el 90 % de la población es católico, según un Informe sobre la Libertad de Religión de la embajada de EE.UU. en Venezuela de 2016- han buscado seguir.

Devoto espera en la callen el paso de la imagen del Nazareno de San Pablo.

“Es el llamado a estar cerca de él en estos momentos, en esta prueba tan difícil que estamos viviendo de esta pandemia. Es un llamado, es un clamor al señor, que nos libere de este mal que estamos viviendo”, comenta a la Voz de América, Ilda Zambrano, una ciudadana devota al Nazareno desde hace más de 30 años, sobre por qué decidió abandonar la cuarentena para recibir la imagen en la calle.

Asegura que el año pasado estuvo en todos los actos religiosos que se hicieron, desde el Domingo de Ramos, que marca el inicio de la semana, hasta el cierre, el Domingo de Resurrección. ”Ahora hay un aislamiento. Pero yo pienso (…) que nos ayuda a descubrirnos. A unirnos más como familia, porque muchas veces, debido a las tantas situaciones de trabajo que nos han tocado vivir (…) hemos perdido este contacto”, indica.

Iniciativas similares también se replicaron en el interior del país.

“La cercanía del pastor”

Miguel Vierma, sacerdote de Turmero, Aragua, en el centro del país, aprecia que si bien los templos en Venezuela pueden estar cerrados, la fe, a su entender, permanece vigorosa.

Su receta ante el claustro fue recorrer las calles de su comunidad cristiana con una procesión eucarística. La gente respondía a la presencia de Jesús con devoción, asegura.

“Llevamos la presencia de Jesús sacramentado, bendiciendo a las personas que están dentro de sus casas. Es algo que en otros momentos no se había realizado. Uno puede ver a la gente rogando de rodillas, pidiendo desde sus casas por el fin de esta situación”, detalla.

Vierma también graba y transmite bendiciones diarias a sus feligreses a través de chats de mensajería digital.

“Me ha tocado realizar audios para mandarlos a los grupos de las comunidades para que se sienta la cercanía del pastor, que está ahí con ellos, que no los deja solos a pesar de lo que podemos estar pasando. Ellos responden con amor, con cariño a estas actividades e iniciativas”, puntualiza.

La Conferencia Episcopal Venezolana difundió seis consejos a los fieles en la víspera de la Semana Santa en el hogar. El primero es elegir “un lugar tranquilo” para vivirla.

Aconsejan, además, apagar las notificaciones de los teléfonos celulares y mantener una postura “digna”.

“Vive la Eucaristía en silencio. Con devoción responde a las aclamaciones”, reza el comunicado eclesiástico, en alusión a la participación en misas y oraciones a través de la televisión o la radio.

También, proponen incluir la salud de los enfermos y la erradicación de la pandemia entre las peticiones y hacer una comunión espiritual.

La originalidad de la fe

Eduardo Ortigoza, presbítero de la arquidiócesis de Maracaibo, preside desde hace diez años la eucaristía que transmite cada domingo el canal católico Once del Zulia. Este año, no han cesado las grabaciones ni las difusiones.

“Hay que aprovechar estos instrumentos, que son instrumentos de la tecnología, pero que son también instrumentos de la gracia de Dios, que él pone en nuestras manos, para estar en contacto con nuestras comunidades y con las familias”, afirma.

Feligreses con una bandera esperan en la calle el paso de la procesión.

A su entender, la vivencia de la fe en cuaresma y la Semana Santa en plena pandemia no solo es un desafío para los feligreses. También lo es para los sacerdotes, dice.

“Nuestro ministerio es un ministerio no para nosotros mismos, sino un ministerio para los demás. Nos dedicamos a acompañar a nuestras comunidades en las celebraciones penitenciales, las meditaciones, el ir llevándoles todas las reflexiones para que se puedan ir preparando a la celebración del ministerio pascual”, explica.

La vivencia de la “Semana Mayor” en el seno de miles de familias de Venezuela y del mundo es, a juicio de Ortigoza, un guiño particular a la originalidad de la fe cristiana.

Cree que la fe no está dormida en Venezuela en tiempos de pandemia. Considera que esta “sigue trabajando” en las pequeñas comunidades.

Estima que los hogares cristianos serán auténticamente “iglesias domésticas” y afirma que la institución católica está “viva y orante” a pesar de la cuarentena.

Compara los ritos religiosos en el claustro con la conmemoración que hacían los primeros cristianos de la muerte y resurrección de Jesús.

“Pensemos cómo era la primera iglesia, la primera comunidad cristiana: eran pequeños grupos, pequeñas familias, que se reunían en las casas con las puertas cerradas por miedo, porque era una confesión de fe proscrita. Hoy, no nos persiguen, pero tenemos que celebrar la Semana Santa en la intimidad de nuestros hogares”, insiste.

Visita de los 7 templos online

Y no es solo desde las calles, la televisión o por iniciativa de las organizaciones religiosas. También viene desde lo privado. Es el caso de @CCSen365, un programa de recorridos mensuales por la ciudad, que invita a tomar las calles para que los caraqueños se reencuentren con sus espacios.

LuisRa Bergolla, gestor cultural e impulsor de @CCSen365, explica que la visita a los siete templos “es una tradición que tiene muchísimo arraigo” en la que los fieles salen en grupo a visitar aquellos templos con los que tienen mayor conexión.

“Los templos más visitados por supuesto van a ser aquellos que están localizados en el casto histórico de Caracas”, comenta.

Pero este año es distinto. “Este año hemos diseñado un nuevo recorrido para que en tiempos de cuarentena sea posible mantener la tradición de visitar los siete templos pero desde casa”.

Relata que es un proyecto que ya veían madurando desde hace más de un año, pero que no había salido a la luz por “querer hacer el proyecto en su mejor versión”. Sin embargo, la cuarentena le dio el último impulso.

Belgorra explica que este nuevo recorrido cuenta con iglesias, capillas y santuarios unidos por un solo hilo conductor: haber sido creadas y proyectadas por el arquitecto venezolano Erasmo Calvani.

“Para esto (…) hemos generado una serie de contenidos individuales en distintos formatos (multimedia), que van a poder ser consultados en nuestro portal web", explica el gestor cultural..

En este apartado especial, agrega, se van a poder “reinterpretar” los siete templos a través de: mapas interactivos, textos y audios interpretativos, carruseles de fotografías de los templos, vídeos especializados, entre otras herramientas.

Si se quiere hacer el recorrido acompañado, van a contar con una guía desde un Instagram Live para la revisión de este contenido.

La receptividad al recorrido virtual ha sido “abrumadora”, asegura. “Es increíble es espectro tan amplio y heterogéneo que se ha venido comunicando con nosotros pidiendo información”.

“Protegiendo nuestras tradiciones, estamos también perpetuando y fortaleciendo nuestra identidad local”, afirma Bergolla