Mujeres en la política venezolana: ¿“una igualdad de fotografía”?

Las diputadas Marialbert Barrios y Delsa Solózano y la líder opositora María Corina Machado coinciden al asegurar que son las mujeres venezolanas quienes están al frente de las manifestaciones, no solo políticas.

"Para nadie es un secreto que la mujer venezolana es sinónimo de guerrera, es sinónimo de una mujer que sale para adelante. Son las jefas del hogar. Son las que dirigen”, dice una de las diputadas más jóvenes de la Asamblea Nacional, Marialbert Barrios. Para hablar sobre cómo ese liderazgo se ve reflejado en la política del país sudamericano, la Voz de América habló con algunas de ellas quienes hacen parte de esa conversación pública en el país sudamericano.

Muy similar a la división poblacional que tiene Venezuela, las mujeres representan en promedio el 50% de los ciudadanos con capacidad de ejercer derecho al sufragio, aproximadamente 9 millones de electores. En las elecciones legislativas de 2015, de las últimas reconocidas dentro y fuera del país, este grupo del electorado alcanzó solo el 19,8% de los escaños, 25 a favor de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y ocho del oficialista Partido Socialista Unidos de Venezuela (PSUV), para un total de 33 curules.

"La mujer está en constante movimiento por intentar llevar bienestar, no solo a su familia, si no irradiar este bienestar a toda su comunidad”, afirma la diputada Marialbert Barrios. Foto: Luisana Solano - VOA

​Una de las mujeres que consiguió alzarse con un puesto en la Asamblea es Marialbert Barrios, militante del partido opositor Primero Justicia. Con 28 años, es una de las diputadas principales más jóvenes de la actual Asamblea Nacional.

Barrios comentó a la Voz de América que, más que un reto, para ella hacer política en Venezuela “es un deber”. “Es una pasión que tengo como persona”, indicó, agregando que en su casa la política siempre ha sido un tema sobre la mesa pues tiene familiares afectos al oficialismo.

Explica que con la situación actual que atraviesa el país, es muy difícil que los jóvenes no se vean involucrados en política “porque la política, y los partidos políticos forman parte de la canalización de las demandas de la sociedad”, afirma. Y más allá de los jóvenes, agrega, es la mujer quien “lleva la mayor carga”.

“Para nadie es un secreto que la mujer venezolana es sinónimo de guerrera, es sinónimo de una mujer que sale para adelante. Son las jefas del hogar. Son las que dirigen”, comenta.

La diputada Delsa Solórzano afirmó que decidió fundar su propio movimiento político porque: "Es hora de hacer política para la modernidad. Que saquemos a Venezuela del ejercicio de la política con base a las montoneras del siglo XIX". Foto: Álvaro Algarra - VOA

Otra mujer que representa al género en el parlamento venezolano es Delsa Solórzano, coordinadora y fundadora de Encuentro Ciudadano, movimiento político creado en diciembre de 2018.

La legisladora confiesa a la VOA que “para una mujer no es fácil hacer política aquí”. Explica que si bien son temas de los que no se hablan por toda la situación social y económica que atraviesa el país, “que participe o no la mujer en la política, parece que pasa a un segundo plano”.

Sin embargo, indica, debería ser una prioridad. "Debemos tener igualdad de derechos e igualdad ante la ley, pero en esencia somos distintos y eso nos da visiones distintas de los problemas (…) Esa visión de más de la mitad de la población en Venezuela no está presente cuando son solamente hombres los que se sientan a una mesa a debatir”, afirmó.

Solórzano militó en Primero Justicia y más recientemente en Un Nuevo Tiempo. Expone que una de las cosas que la llevó a conformar su propia tolda política es porque cree se debe hacer “política para la modernidad. Que saquemos a Venezuela del ejercicio de la política con base a las montoneras del siglo XIX, que así nos concibió Chávez, y pasemos a Venezuela a la política del siglo XXI con miras en el siglo XXII”.

Describió Encuentro Ciudadano como un movimiento político con criterio de ciudadanía que tiene como eje los derechos humanos.

Indicó que con el establecimiento de la mujer como referencia política al igual que un hombre, pasa algo similar que en cualquier otro aspecto del mundo laboral. “Aquí uno tiene que trabajar 20 veces más para que te reconozcan la mitad que a cualquier hombre”, afirma.

Es usual que el Consejo Nacional Electoral, el ente rector de todo el tema electoral en el país, apruebe una ley de paridad de género a la lista de candidatos titulares y substitutos que debía cumplir con el 50% para hombres y mujeres. Para las elecciones de 2015, la normativa entró en vigor después que los bloques políticos completaron sus primarias internas para seleccionar a quienes serían sus postulados.

La líder opositora María Corina Machado, un ex legisladora, aseguró que las mujeres venezolanas “están en primera fila en todo lo que es la protesta y la denuncia”. Foto: AP

Otra venezolana que decidió crear su partido, pero ya años atrás, es la exdiputada María Corina Machado, quien en 2018 fue nombrada una de las 100 mujeres más influyentes del mundo por la BBC.

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“Yo creo que las mujeres tenemos tanto que aportar, y además es tan bien recibido por la sociedad venezolana”, dijo a la Voz de América.

Explica que si bien el balance de su trayectoria política es “bueno”, ha vivido momentos difíciles. Más allá de las resistencias “en una sociedad que sigue siendo machista”, agrega, ha sido la experiencia de tener que vivir los ataques físicos y verbales junto a sus hijos y sus padres. Y más personalmente, confiesa es el “sentirme culpable toda la vida que no estuve para mis hijos en momentos que jamás se van a repetir”.

Expone que su partido, Vente Venezuela, fundado en 2012, es de centro liberal que cree en el individuo y en el libre desarrollo. “Nazismo frente dictadura. Tenemos plena conciencia de lo que es forjarse de abajo para arriba”, afirma.

En un análisis publicado a finales de 2016 por el Observatorio Electoral Venezolano, se concluye que si bien se ha visto un progreso paulatino en la participación política de la mujer en Venezuela, la presencia física de ellas en los cargos de poder “no es necesariamente garantía de que se efectúen cambios en las políticas públicas”.

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El análisis, que toma en cuenta factores como las elecciones desde la constituyente realizada en 1999, quienes ocupaban cargos públicos y modificaciones al marco legal, afirma que “la creación de espacios de mujeres ha tenido una nula incidencia en las decisiones políticas”.

También en las calles

La presencia de la mujer en la política venezolana no se limita a la ocupación de cargos públicos o de poder. Barrios, Solózano y Machado coinciden al asegurar que son ellas, las mujeres venezolanas, quienes están al frente de las manifestaciones, no solo políticas, sino también de las denuncias sociales.

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“Ella es bastión de lucha, no solamente en el hogar”, afirma Barrios y asegura que en la calle “somos más” y son quienes han marcado pauta y hacen presencia. Indica que eso responde a que son las que se “llevan la peor carga de la crisis” y eso las lleva a tomar las riendas.

“Tú las ves en los sectores populares y son las jefas de los consejos comunales, son quienes lideran redes de solidaridad (…) la mujer está en constante movimiento por intentar llevar bienestar, no solo a su familia, si no irradiar este bienestar a toda su comunidad”, agrega.

Por su parte, Solózano indica que “cada vez que vas a un cabildo, a una asamblea de ciudadanos (…) en las marchas, la mayoría son mujeres. Cuando tú revisas las bases de los partidos políticos, la mayoría son mujeres. El tema es que nos ponen tantas trabas para ascender que entonces arriba somos pocas”.

En el caso de Machado, asegura que la contribución de las venezolanas para lograr salir de la crisis que atraviesa el país “es extraordinaria”. “Ya lo reconoce, yo diría, la opinión pública, pero la historia lo va a valorar”, agregó.

Afirma que en sus recorridos por el país, ha visto cómo las mujeres “están en primera fila en todo lo que es la protesta y la denuncia”.

¿Bandera del oficialismo?

Durante los 20 años que el chavismo en el poder, primero con Hugo Chávez como presidente y ahora con Nicolás Maduro, han llevado la bandera del empoderamiento de la mujer con medidas como la utilización de un lenguaje incluyente en la Constitución o la creación de organismos como el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, en 2009.

Mujeres adeptas o relacionados con el oficialismo han ocupado las cabezas de los Poderes Públicos en el país. Cilia Flores, esposa de Maduro y constituyente, fue presidenta de la Asamblea Nacional, el poder legislativo; Gladys Gutiérrez ocupó durante años la presidencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el poder judicial; Gabriela del Mar se desempeñó como defensora del pueblo, parte del poder ciudadano; cuatro de los cinco rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), el poder electoral, son mujeres; y hasta 2017, Luisa Ortega Díaz se desempeñó como Fiscal General de la República, también parte del poder ciudadano.

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A pesar de ello, las legisladoras y la coordinadora de Vente Venezuela no dudan en afirmar que en vez de significar un cambio positivo, estas medidas son una farsa.

Barrios asegura que el gobierno ha utilizado esa bandera “para escudarse cuando realmente” es un gobierno que excluye, reprime, y trata de asentar una desigualdad que va más allá del género.

“Es una igualdad de fotografía. Dicen que somos iguales, pero nos tratan como diferentes. Dicen que somos iguales, pero nos esclavizan. Dicen que somos iguales, pero hoy tienes a un mujer que depende de una caja que le dan (…) una mujer que depende de que el Estado le regale y no de que ella produzca”, expone por su parte Solórzano.

En el caso de Machado, indica que todo este discurso “ha contribuido para quitarle la cara al cinismo” de un gobierno que descalifica la autoridad y fuerza moral de la mujer.

Sobre el futuro

Si bien Venezuela ha alcanzado algunos hitos en materia de igualdad de género en las últimas elecciones, como la elección de la primera diputada transgénero de la historia del país, “atraso” es una de las palabras que utilizaron Barrios, Solózano y Machado a la hora de describir la situación de Venezuela en comparación con países de la región como Argentina, Chile o Brasil, donde ya hubo una presidenta mujer.

A pesar de ello, las tres aseguran que las mujeres tienen aspectos fundamentales que aportar a la política venezolana. Para Barrios es "honestidad, transparencia y cercanía a la gente". Solórzano afirmó que es "honestidad, igualdad y derechos humanos". Y por último Machado asegura que se trata de una “doble dimensión” que permitirá unificar el país desde el ciudadano y política con “ética, con honor, con palabra, con verdad”.