Enlaces para accesibilidad

Dos miradas al proceso inmigratorio de EE. UU.


Una mujer guatemalteca y su hija son vistas luego de cruzar la frontera hacia Estados Unidos, en El Paso, Texas, el 6 de marzo de 2021.
Una mujer guatemalteca y su hija son vistas luego de cruzar la frontera hacia Estados Unidos, en El Paso, Texas, el 6 de marzo de 2021.

Mientras funcionarios de la Casa Blanca analizan la situación en la frontera, algunos migrantes comienzan ya a mirar de reojo cómo queda atrás su larga espera en México.

A pocas semanas de que el presidente demócrata Joe Biden asumiera la presidencia, catorce funcionarios de la actual administración visitaron la frontera con México, en medio de lo que califican como un compromiso "para restaurar el orden y la humanidad" del sistema inmigratorio estadounidense. Una mirada que seguro contrasta con la de una pequeña migrante de siete años que recuerda con inocencia los días que pasó en la “hielera”.

El viaje de los funcionarios, este fin de semana, encabezado por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, se da después de críticas del exmandatario Donald Trump, quien ha asegurado recientemente, que: "nuestra frontera ahora está totalmente fuera de control".

En un comunicado, la Casa Blanca informó que los funcionarios hablaron de las mejoras que deben realizarse “para restaurar procedimientos seguros y eficientes para procesar, dar refugio y ubicar a los niños no acompañados con familiares o patrocinadores".

El panorama se produce cuando las autoridades estadounidense han vuelto a procesar solicitudes del Protocolo de Protección para Migrantes (MPP), también conocido como 'Permanecer en México'. El pasado viernes llegaron a El paso, Texas, los primeros solicitantes de asilo después de que el gobierno de EE. UU. reanudara la tramitación de visados.

Según estimaciones oficiales, en los puntos fronterizos dispuestos podrían procesar hasta 300 solicitudes al día.

El alivio

Un migrante centroamericano, quien pidió total reserva de su identidad tras su arribo a la costa este del país, pues dice huir de las pandillas que operan en El Salvador, las maras, cuenta lo difícil que fue formar parte del MPP, firmado en 2018 por el exmandatario republicano Donald Trump y su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador.

“En Tijuana fue duro, primero encontrar dónde vivir; el trabajo duro y mal pagado, también. Ahí lo asaltaron a uno, a cada rato lo asaltaban”, explicó.

Primero fue devuelto a Tijuana, México, tras presentar su caso en EE. UU., ahora pisan de nuevo suelo estadounidense pues su proceso de MPP avanza en la corte. Su hija de 7 años rememora los días que pasaron por la llamada “hielera”, pero lo hace a través de la inocencia de un niño al comentar: ”y lo que más me gustó de la hielera... los burritos y las galletas y el juguito”.

Desde la mirada de un niño, esos eran buenos días, pero son aún mejores ahora que podrá vivir en libertad con su madrina y sus padres, que la embarcaron en esta experiencia tras el asesinato de dos sus familiares. Asegura verlos felices y soñar con regresar al colegio.

Las toallitas húmedas que reemplazaron la ducha para limpiarse, al igual que las horas enteras mirando a un muro, como cuenta que sucedía en ese centro de detención, quedan atrás, mientras aguardan una decisión en su caso.

Administración analiza situación fronteriza
please wait

No media source currently available

0:00 0:01:40 0:00

XS
SM
MD
LG