La policía de Miami Beach declaró estado de emergencia y extendió el toque de queda ante una abrumadora presencia de visitantes durante las vacaciones de primavera que se tornó violenta con peleas en la calle, destrucción de bienes de los restaurantes. Muchos se negaban a usar mascarilla.
Después de haber realizado más de 1.000 arrestos en uno de los lugares más populares de Estados Unidos, funcionarios de la ciudad advirtieron que la situación era una amenaza para la seguridad pública.
Richard Clements, jefe de Policía de Miami Beach, dijo que extender el toque de queda era la decisión correcta. Así que el domingo las autoridades votaron para extender el toque de queda a las 8 p.m. También se extendieron los poderes de emergencia por hasta tres semanas para ayudar a controlar las multitudes que llegan para las vacaciones de primavera.
Miles de personas han colmado el Distrito Cultural Art Deco de la ciudad causando caos y anarquía en los últimos días, en unas jornadas en las que los estudiantes universitarios suelen celebrar las vacaciones de primavera. La situación reciente ha llevado a que algunas empresas cierren voluntariamente por motivos de seguridad pública.
El alcalde Dan Gelber dijo en una reunión de emergencia de la comisión de la ciudad que todo tipo de visitantes de fuera de la ciudad y del estado, no solo estudiantes universitarios, llenaban las calles desde que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, llamó al estado el 26 de febrero "oasis de libertad" de las restricciones del coronavirus.
"Parecía un concierto de rock. Todo lo que se podía ver era gente de pared a pared", dijo a la comisión el administrador municipal interino Raúl Aguila.
"Esta no es una multitud típica de las vacaciones de primavera ... Estos son individuos que vienen a la ciudad ... para participar en la anarquía y todo vale con una actitud de fiesta", dijo Aguila.
El funcionario dijo que notó un aumento de visitantes el viernes por la noche e impuso poderes de emergencia el sábado. Eso incluyó a las autoridades estableciendo un toque de queda y el cierre de calles en el área, citando en una declaración de emergencia "múltiples peleas, tumultos y otras manifestaciones públicas y disturbios contra la paz".
Las autoridades también restringieron el tráfico hacia el este en las tres calzadas principales que conectan la ciudad con el centro de Miami.
El domingo, la comisión acordó otorgarle a Águila la autoridad para extender las medidas hasta por tres períodos más de siete días según sea necesario, a partir del martes.
Los videos y las fotos publicados en las redes sociales mostraron a miles de vacacionistas, muchos ansiosos por desahogarse después de un año de encierros por COVID-19, apiñados y bailando en las calles mientras la policía luchaba por hacer cumplir el toque de queda, disparando bolas de pimienta contra la multitud.
La policía dijo que había arrestado a más de 50 personas y confiscado ocho armas de fuego desde el viernes, según una publicación de Twitter el domingo por la tarde.
Cientos de personas volvieron a reunirse el domingo por la noche para intentar recrear el ambiente de la fiesta, pero la policía dispersó a la multitud, mostraron imágenes en las redes sociales. No hubo informes de arrestos masivos o enfrentamientos importantes, informó el Miami Herald.
Gelber dijo que las multitudes se reunieron en un momento en que el condado circundante estaba experimentando 1,000 nuevas infecciones de COVID-19 cada día y con 50 a 100 personas hospitalizadas diariamente.