Juan Carlos Escotet Rodríguez, un banquero cuya fortuna asciende a 3.500 millones de dólares, es el único venezolano que forma parte de la lista Forbes de las personas más ricas del mundo en 2022.
Según Forbes, la revista estadounidense especializada en negocios y finanzas, que desde 1986 publica la lista de los más adinerados del planeta, posicionó hace días a Escotet Rodríguez en el puesto 851 de las fortunas más grandes en el orbe. Esta semana, la publicación acota que ahora se encuentra en la posición 901.
Forbes precisó que Escotet Rodríguez es el fundador del grupo bancario Banesco, una de las entidades financieras más relevantes de Venezuela, con sede en Caracas. También tiene operaciones en Panamá, República Dominicana, Puerto Rico, Colombia, e incluso, en Estados Unidos.
Según datos de la Superintendencia Nacional de Bancos y de economistas independientes, Banesco gestiona 40% de los pagos en el país suramericano.
Corredor aficionado e hincha de los clubes de fútbol Real Madrid y Real Oviedo, reside actualmente en La Coruña. El diario El Comercio indicó en 2019 que Escotet, amante del arte y de los libros del autor colombiano Gabriel García Márquez, nació en Madrid, España, por mera casualidad.
Sus padres, un leonés y una asturiana, habían emigrado a Venezuela luego de la Segunda Guerra Mundial en busca de un mejor futuro para su familia, pero su madre, embarazada, regresó a la capital española en julio de 1959 para visitar a su hermano y dio a luz a Escotet. Dos semanas luego, regresaron a Venezuela.
Varios perfiles periodísticos realizados durante décadas destacan que Escotet Rodríguez dio sus primeros pasos trabajando de día como mensajero en el ya extinto Banco Unión, cuando solo tenía 17 años y estudiaba economía, de noche.
En 1986, fundó una firma de corretaje, Casa de Bolsa Escotet Valores, que le reportó grandes ganancias hasta el punto de revenderla y poder comprar un pequeño banco a un empresarios venezolanos, el Grupo Bancentro.
Después de varias adquisiciones y fusiones, creó Banesco, que lanzó oficialmente en 1988 y se fundió con el propio Banco Unión en 2001.
Estudios y polémicas
Se graduó de economista en la Universidad Católica Andrés Bello y obtuvo un título máster en Ciencias de Gerencia Profesional, en Estados Unidos, según extractos de sus logros académicos y empresariales publicados por Banesco.
Fue allí, en Miami, cuando conoció a su esposa, María Isabel Alviarez. Ambos tuvieron cuatro hijos y su descendencia incluye a al menos ocho nietos.
Escotet Rodríguez está activo como corredor público de títulos de valores y asesor de inversión, según la Comisión Nacional de Valores de Venezuela. Su currículo incluye cursos de finanzas y actualización gerencial, así como una experiencia de 33 años como presidente de varias instituciones financieras.
Actualmente, sigue ejerciendo como presidente de Banesco y del Consejo de Administración de ABANCA Corporación Bancaria, un banco español con operaciones en Francia, Alemania, México, Portugal, Panamá, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y Venezuela, según precisó Forbes, en 2021. Ese año, Escotet Rodríguez se estrenó en la prestigiosa lista de los más ricos.
El banquero venezolano es, asimismo, director principal de Banesco Panamá, Banesco Banco Múltiple (República Dominicana) y Banesco USA, con sede en Florida, al sur de Estados Unidos.
Su institución financiera también detalla en su página web que Escotet Rodríguez ejerce como asesor del Advisory Council de Visa Internacional para América Latina y el Caribe. Fue directivo de la asociación bancaria venezolana.
El diario El Comercio asegura que sus negocios en España iniciaron en 2006, cuando creó Banesco Holding Financiero, donde ha agrupado sus activos.
En 2012, dice el periódico, compró un pequeño banco, el Etxebarría, que fusionó luego con las cajas de ahorro gallegas quebradas, Novacaixagalicia. Aquella operación fue el germen de Abanca, en España.
Sus críticos lo acusan de ser un “bolichico” que hizo fortuna durante los tiempos del expresidente venezolano Hugo Chávez, pero sus defensores recuerdan que vivió pública y privadamente bajo un constante asedio intervencionista del gobierno del mandatario, de corte socialista, fallecido en 2013.
El gobierno del sucesor de Chávez, Nicolás Maduro Moros, ordenó la intervención de su banco en Venezuela e incluso detuvo a 11 de sus directivos por “acción u omisión” en una red de transacciones cambiarias ilegales.
Conocimientos y familia
Escotet Rodríguez ha compartido artículos de opinión sobre finanzas, energía y gestión laboral en múltiples diarios de Venezuela y el mundo. En mayo de 2020, pocos meses luego de decretada la pandemia por el COVID-19, publicó y compartió en sus redes sociales un texto sobre el teletrabajo en El País.
En él, intentó calmar las incertidumbres de empresarios y trabajadores de todo el mundo sobre el mundo económico y laboral tras el confinamiento. Hizo votos porque predominen “las demostraciones de solidaridad” ante el “egoísmo radical”, mientras advertía sobre un aceleramiento de “la revolución digital”.
Además, propuso que las empresas dieran un paso adelante para contribuir a potenciar los sistemas de salud, educación y tecnología, con “cooperación”.
“El espíritu de mutua colaboración y solidaridad debe mantenerse y potenciarse: a mayor cooperación, más pronto veremos los beneficios”, escribió como conclusión de lo que divisaba como el escenario post COVID-19.
El nombre de Escotet Rodríguez, bautizado como “el niño de la banca” por su prematura pero eficaz evolución en el mundo financiero, volvió a sonar en los medios de comunicación del mundo en marzo debido a una trageda familiar.
La prensa reportó la muerte de Juan Carlos Escotet Alviarez, en un accidente náutico mientras intentaba rescatar a su prometida, que había caído al mar. La propela de su bote le golpeó en el accidente, ocurrido en un torneo de pesca.
Los Escotet Alviarez publicaron un breve comunicado donde calificaron el fallecimiento como “una terrible pérdida” y pedían respeto y privacidad.
Uno de los artículos de Escotet Rodríguez, de 2013, lo dedicó al valor de la familia. Para él, es “lo sagrado, como una Iglesia propia”. El amor de familia, escribió, “es siempre concreto” y debe llenarse de “lazos, cualidades e historias”. “Más familia es más mundo, más opciones, más conocimientos”, concluyó.
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