La historia de la caída del Silicon Valley Bank comenzó en 2022 con el aumento de las tasas de interés de la Reserva Federal para contener la inflación. Las compañías de tecnología redujeron su apetito por nuevos préstamos porque ya no eran baratos. En vez de endeudarse, acudieron a los ahorros para operar sus negocios, una situación que el Silicon Valley Bank no previó. Para responder a la alta demanda de efectivo, el banco salió a vender los bonos del tesoro a 30 años en los que había invertido el dinero de los ahorradores. Al banco le tocó ofertar los bonos a un menor precio y perdió dinero en esa operación. Algunos clientes lo interpretaron como una falta de solvencia. Lo que vino después fue una frenética jornada de retiro de dinero de la entidad. En menos de 48 horas, el banco de 40 años de antigüedad, colapsó, y el gobierno se vio obligado a intervenir para evitar un efecto dominó sobre el sistema financiero.
