Muchas Iglesias católicas en Ciudad de México, incluyendo su principal catedral, celebraron su primera misa eta semana, después de tres meses de confinamiento debido a la pandemia del coronavirus.
Sin embargo durante las misas a partir del pasado domingo, las restricciones continuaron vigentes, incluyendo el uso obligatorio de mascarillas, servicios religiosos más rápidos y las iglesias funcionando a un máximo de 20 por ciento de su capacidad.
"Estamos felices de poder recibir a nuestros fieles y de estar con ellos este tiempo cuando ha sido muy duro para ellos no poder participar en las celebraciones”, dijo el Obispo Auxiliar, monseñor Salvador González Morales.
Respetando las medidas sanitarias para protegerse del COVID-19, los feligreses estaban igualmente contentos de poder asistir a misa.
"Me sentí muy feliz porque había estado queriendo venir durante mucho tiempo y no podía. La iglesia no estaba abierta. Y ahora estoy muy contenta de visitar al Santísimo Sacramento, para hablar con él”, dijo María Juana Flores, durante una misa celebrada el domingo.
Otro miembro de la parroquia se sintió espiritualmente empoderado de poder asistir a la Iglesia.
"Paz y silencio. El espíritu, uno recibe una fuerza espiritual que te levanta, ¿correcto?”, dijo Hugo Pérez, tras asistir a misa.
Las autoridades federales mexicanas dejaron la decisión sobre la reapertura de los templos a los gobiernos estatales y locales.
El clérigo mexicano ha sido duramente golpeado por el coronavirus, con 46 sacerdotes, seis diáconos y tres monjas muertas hasta el 15 de julio, según los datos ofrecidos por el Centro Multimedia Católico de México.
El país ahora tiene más de 385.000 casos confirmados de coronavirus, y más de 43.000 muertes.