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Las "armas de precisión" de Rusia no son tan precisas en Ucrania


Altos funcionarios rusos afirman que no estan atacando instalaciones civiles en Ucrania, pero los hechos demuestran otra cosa.

En 27 de febrero, el mayor general Igor Konashénkov, funcionario de prensa del Ministerio de Defensa de Rusia, aseguró que los militares rusos solo estaban atacando a blancos militares en la invasión de Ucrania.

“El 26 de febrero, las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa lanzaron otro ataque contra instalaciones de la infraestructura militar ucraniana con armas de precisión de largo alcance, usando misiles crucero desde tierra y mar”, dijo Konashénkov.

La agencia de prensa estatal rusa TASS reportó que el general desmintió que las fuerzas rusas estuvieran atacando ciudades y aldeas ucranianas y, según el despacho, dijo que “se estaban haciendo los mejores esfuerzos para proteger las vidas de civiles”.

Eso probó ser falso cuando los hechos demostraron daños a estructuras civiles y un aumento de víctimas civiles que, de acuerdo con el Gobierno ucraniano, sobrepasan las 2.000 muertes.

El 1 de marzo, los ataques rusos impactaron infraestructuras civiles en varias ciudades ucranianas, notablemente en Járkov y en Kiev, la capital.

En Járkov, un misil cayó en la Plaza de la Libertad cerca de un edificio de la administración civil, y mató a por lo menos seis personas. El edificio del departamento de sociología de la Universidad Nacional de Karazin en Járkov sufrió también un impacto y se incendió.

La catedral ortodoxa de la Asunción también sufrió daños y un video mostró otros estragos en edificios residenciales.

En Kiev, se reportó que el monumento al Holocausto de Babi Yar recibió impactos en un ataque de misiles. Se cree que el blanco del ataque fue una torre de televisión cercana, cuyos daños interrumpieron temporalmente la transmisiones de la televisión ucraniana. También se reportaron impactos en una sala de maternidad del área.

Hay informes de que las fuerzas rusas en Járkov usaron repetidamente bombas de racimo, que esparcen submuniciones en un área, denunció Human Rights Watch según la agencia AP.

Esas submuniciones no están guiadas y son también un peligro si no estallan, porque pueden activarse como minas terrestres por contacto.

Los bombardeos de artillería y misiles se han intensificado además cerca de las ciudades portuarias de Odesa y Mariúpol, donde las fuerzas ucranianas están rodeadas por dos lados. El 1 de marzo, ataques de artillería rusos cortaron la electricidad en Mariúpol.

La agencia de derechos humanos de la ONU dice haber verificado 136 muertes de civiles a causa de la invasión de Ucrania, aunque otros cálculos son mayores. El 2 de marzo, el servicio de emergencia ucraniano dijo que 2.000 civiles han muerto hasta ahora en el asalto ruso, que comenzó el 24 de febrero.

El 2 de marzo, Konashenkov repitió de nuevo el argumento de las armas de precisión.

“Como resultado de la alta precisión de las armas rusas, no se permitió la destrucción de edificios residenciales en Kiev”, dijo.

Sin embargo, lo sucedido en el terreno dice otra cosa. No solo las armas de “precisión” de Rusia no son tan precisas como afirman, pero como se ha señalado más arriba, hay pruebas de que Rusia está atacando las ciudades con armas de expansión como las bombas de racimo y cohetes no guiados.

Más preocupante aún son las denuncias de que Rusia podría usar cohetes con ojivas termo báricas. Estas armas extremadamente destructivas son lanzadas desde vehículos especiales TOS-1, los cuales se observaron en movimiento hacia la frontera ucraniana antes de la ofensiva. Al menos uno de ellos fue recientemente capturado por las fuerzas ucranianas.

[Publicado por Polygraph.info]

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