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Periodistas nicaragüenses exiliados en Costa Rica seguirán informando pese a "leyes mordazas"


Marcos Medina, Jefe de Prensa de Canal 12, explica los retos de informar hoy en Nicaragua a sus colegas exiliados en Costa Rica. [Foto: Armando Gómez]
Marcos Medina, Jefe de Prensa de Canal 12, explica los retos de informar hoy en Nicaragua a sus colegas exiliados en Costa Rica. [Foto: Armando Gómez]

A pesar de que algunos periodistas reciben hasta amenazas de muerte, dicen que no tienen miedo de seguir informando.

A pesar de un paquete leyes que buscan suprimir las libertades de libertad de prensa y de expresión, los periodistas nicaragüenses exiliados sostienen que seguirán informado a los ciudadanos de su país.

A esa conclusión llegaron varios comunicadores que se dedican a informar desde suelo costarricense.

"La prensa independiente en Nicaragua no se ha rendido, no se le ha rendido a esta dictadura y desde aquí, ahora que estoy en Costa Rica muchos menos, nos vamos a rendir. En el caso de 100% Noticias seguimos dando la batalla (de informar) y la vamos a seguir dando a como la dimos con todo los paramilitares y policías que nos rodearon el canal", dijo la directora del medio 100% Noticias, Lucía Pineda, durante un conversatorio sobre violaciones a la Libertad de Expresión y Prensa en Nicaragua.

La comunicadora, hoy exiliada en Costa Rica, también contextualizó la situación que hoy vive su país con la aprobación en primera legislatura en la Asamblea Nacional de una reforma al artículo 37 de la Constitución Política que establecería cadena perpetua para aquellos que “cometan crímenes de odio” con su detención el 21 de diciembre del 2018, acusada por supuestamente incitar al odio.

"En mi caso y en el de Miguel Mora (periodista y dueño de ese medio en ese momento) hicieron la prueba, a nosotros nos acusaron de delitos de odio según ellos (autoridades del gobierno de Nicaragua), que incitábamos al odio cuando lo que hacíamos era poner el canal de televisión 24 horas, porqué eran 24 horas de información, un canal de noticias y la gente expresaba su opinión, denunciaba, la sala de redacción parecía de derechos humanos. Eran 50 o 100 personas poniendo denuncias contra la represión y eso no lo aguantaba el régimen (del presidente Daniel Ortega)", recordó Pineda.

Esta misma posición la comparte el periodista de Nicaragua Actual, Gerall Chávez, quien afirma que "nosotros desde el exilio (en Costa Rica) seguiremos informando".

Chávez y su familia, quienes recibieron amenazas de muerte en julio anterior, afirma no tener miedo y seguir informando.

"Lo importante aquí es continuar informando, nosotros tenemos la convicción de seguir informando a pesar de que continúan las amenazas, a pesar de continúan los asedios y en mi caso las amenazas que llegaron recientemente a mi casa (en el departamento de Carazo, Nicaragua, esos crímenes de odio a los cuales se les debería aplicar esta ley que aprobó el régimen", contó a la Voz de América el comunicador que está refugiado en Costa Rica desde diciembre del 2018 tras participar en este conversatorio organizado por la organización no gubernamental, Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.

Tridente de leyes

Para Juan Carlos Arce, defensor de derechos humanos de esta ONG, es preocupante ver el deterioro de los derechos a la libertad de prensa y de expresión que han experimentado los periodistas en suelo nicaragüense en los últimos años, sobre todo, tras la aprobación de tres leyes que buscan limitar estos derechos, la más reciente, la reforma parcial a la Carta Magna para establecer la cadena perpetua para quienes “cometan crímenes de odio”.

"Evidentemente esta ley tiene nombres y apellidos, como decimos en Nicaragua, está dirigida a toda aquella persona que cuestione ese discurso y esa práctica abusiva del poder por parte del gobierno nicaragüense", afirmó el abogado al tiempo que recordó que falta la aprobación de esta reforma en segunda legislatura en enero del 2021.

Arce agrega que esto hay que agregar las preocupaciones y efectos tras aprobación en el Poder Legislativo de la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros, que controlar el financiamiento que reciben asociaciones, empresas, organizaciones sin fines de lucro y la Ley Especial de Ciberdelitos, que sancionaría con cárcel a quien esté "usando las tecnologías de la información, indique o difunda información falsa y/o tergiversada que produzca alarma, terror o zozobra a la población".

"Ellos (autoridades de gobierno) incluso han llegado a hablar de hasta de extradición, es decir que los efectos de las normas que en estos momentos están aprobando vayan más allá de las fronteras. Nosotros en lo particular creemos estas leyes tienen un efecto o pretenden intimidar y generar mucho miedo. No es que debemos prestarles atención, porqué si en algo nos ha sorprendido el gobierno nicaragüense es su capacidad para violar derechos humanos y para ello no ha necesitado ley", sentenció el defensor del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.

Mientras el relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el colombiano Pedro Vaca esta situación de censura que experimentan los comunicadores nicaragüenses buscan crear miedo, zozobra, pero está encontrando en resilencia entre los periodistas.

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