Cientos de manifestantes desafiaron un toque de queda que estaba supuesto a comenzar a la media noche en Charlotte, Carolina del Norte, marchando pacíficamente en protesta durante la madrugada del viernes por la muerte de un hombre afroestadonidense a manos de la policía.
Las autoridades dijeron no tener planes de hacer cumplir el toque de queda mientras los manifestantes continuaran su protesta en paz.
El mayor Gerald Smith del departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg dijo que “el toque de queda es una herramienta que usaremos para mantener la paz. Y hasta ahora tenemos una protesta en paz”.
Una mujer dijo a la Voz de América que estaba “extraordinariamente” preocupada por el toque de queda. “Tenemos miedo que [la policía] vayan a hacer algo”.
En la transmisión que hizo en vivo la Voz de América en Facebook Live se pudo ver como algunos manifestantes daban la mano y sonreían con los guardias nacionales apostados frente al cuartel central de la policía de Charlotte, donde se produjo una sentada.
Los manifestantes marcharon por el corazón de la ciudad y solo en un lugar fue usado gas lacrimógeno.
El gobernador Pat McCrory, un exalcalde de Charlotte, ya había declarado estado de excepción y había advertido que la policía iba a arrestar a quienes violaran la ley. “No podemos tolerar ningún tipo de violencia… o destrucción de la propiedad privada”, dijo McCrory.
La multitud fue una mezcla de razas —afroestadounidenses, blancos, y hasta hispanos que llevaban carteles con lemas como “Los latinos dicen que la vida de los negros importa”.