Un estudio realizado por la Universidad de Oxford, en Inglaterra, sugiere que el COVID-19 puede aumentar el riesgo de una persona de desarrollar un desorden siquiátrico dentro de los tres meses después de contraer el virus.
El estudio, publicado el lunes por la revista Lancet Psychiatry Journal, indica que uno de cada cinco pacientes sobrevivientes del COVID-19 ha sido diagnosticado con un desorden mental dentro de los primeros 90 días de dar positivo en una prueba para el virus. Los investigadores dicen que esa tasa es el doble de lo normal.
Los desórdenes más comunes diagnosticados fueron la ansiedad, la depresión e insomnio, mientras los pacientes mostraron un riesgo mayor de lo normal a sufrir de demencia.
Uno de los investigadores en el estudio, el profesor de psiquiatría de la Universidad de Oxford, Paul Harrison, dijo que el estudio confirma los temores comunes al virus. “La gente ha estado preocupada porque los sobrevivientes del COVID-19 tendrán un riesgo mayor de sufrir problemas de salud mental… esto demuestra que es muy probable”.
Harrison sugirió que los servicios de salud necesitan estar preparados para lidiar con nuevos casos de salud mental y los doctores investigadores alrededor del mundo necesitan investigar con urgencia las causas e identificar nuevos tratamientos para enfermedades mentales.
Los investigadores también encontraron que las personas con un diagnóstico previo de problemas siquiátricos tienen un 65% más de posibilidades de ser diagnosticados con el COVID-19 que aquellos que no han tenido la enfermedad, incluso después de considerarse los factores de riesgo.
Para el estudio, los investigadores examinaron los expedientes de salud digitales de 69 millones de personas en Estados Unidos, incluyendo 62.000 casos de COVID-19.
