Sin los presidentes Nicolás Maduro de Venezuela y Daniel Ortega de Nicaragua, quienes cancelaron su participación, catorce jefes de estado y de gobierno latinoamericanos se reunieron este martes en Buenos Aires para asistir a una cumbre de CELAC que dio la bienvenida de vuelta a Brasil.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva busca reconstruir puentes después de que su predecesor Jair Bolsonaro se retirara de la agrupación, mientras el anfitrión Alberto Fernández dijo que la oportunidad de unir a la región es un "imperativo”: “Y la democracia está definitivamente en riesgo. Después de la pandemia hemos visto cómo los sectores de ultraderecha se han puesto de pie y están amenazando a cada uno de nuestros pueblos."
33 fueron los países que se reunieron, entre jefes de estado y cancilleres, para discutir en una plenaria a puertas cerradas.
En la plenaria emergieron diferentes posturas sobre la situación en Perú: un grupo pidió la liberación inmediata del presidente destituido Pedro Castillo, quien fue reemplazado por su vice Dina Boluarte.
Otros solicitaron que haya elecciones a la brevedad. Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, dijo: “Exigir que cese la represión.Que se abra el diálogo. Que sea el pueblo el que decida en democracia. Es decir: elecciones limpias, libres.”
Entre los ausentes destacó el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que no podrá participar debido a otros compromisos y respaldó la ausencia del mandatario venezolano.
Maduro aseguró que no viajó a Argentina porque lo querían emboscar. Sí participó el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien subrayó la necesidad impostergable de fortalecer la CELAC.
