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El desempleo se dispara en Colombia y marca un sombrío Día del Trabajo


Las calles vacías de Bogotá, en el primer día de simulacro de cuarentena para evitar la propagación de la COVID-19. [Foto: Karen Sánchez, VOA]
Las calles vacías de Bogotá, en el primer día de simulacro de cuarentena para evitar la propagación de la COVID-19. [Foto: Karen Sánchez, VOA]

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas DANE, el desempleo en marzo empezó a mostrar el efecto de la crisis coyuntural, marcando un incremento de la tasa y llegando al 12,6% en Colombia.

Colombia aún no había entrado en periodo de cuarentena, cuando Catalina Pérez recibió en su celular un mensaje que cambiaría sus planes inesperadamente: su contrato se daba por finalizado debido a que el parque de entretenimiento en el que trabajaba debía cerrar, en medio de las medidas de prevención de la propagación de la COVID-19 en Colombia.

"¿Qué? ¿Es en serio? ¿Será que hice algo mal?" fueron sus principales reacciones, pero la realidad la decisión se basaba en que el parque no podía sustentar a los casi 100 empleados que, como ella, trabajaban para unos saliarios que les permitían seguir estudiando o simplemente ayudar en casa.

Catalina Pérez es una joven universitaria de 19 años que ayudaba con los gastos de su hogar y de sus estudios universitarios.
Catalina Pérez es una joven universitaria de 19 años que ayudaba con los gastos de su hogar y de sus estudios universitarios.

La joven le dijo a la Voz de América que empezaron despidiendo casi 50 personas una semana antes de que empezara la cuarentena. Después, "sacaron a todo el mundo y la justificación que nos dieron fue el presupuesto. Si estamos en un contrato temporal, solo nos cancelan el contrato. Nos llaman un día y nos dicen que tenemos que entregar el locker".

Reconoce, no obstante, que si no hay niños en el parque, "no hay dinero con qué pagarles". En un semana, recuerda, solo entraron dos familias a un parque que tenía un aforo de 1.500 personas.

"Le cambia a uno la vida, la economía. A pesar que no mantenía a mi familia, aportaba a los pagos, al mercado o a la universidad", agregó.

Y es precisamente lo que ahora le preocupa: "que un día de estos no alcancemos a pagar tantas cosas. Ahorita que está todo congelado, la universidad sigue cobrando lo mismo, entonces la plata que tengo no sé si invertirla en los gastos familiares o en la 'U".

Y así... las historias se multiplican. Nancy Barrera es cabeza de hogar y, hace un mes se quedó sin trabajo.

Ingeniera industrial y especialista en salud y seguridad, Barrera hacía trabajo de campo y la constructora que la empleaba le propuso reducir su sueldo a la mitad para la primera quincena de abril.

"Les dije —explica— que no estaba de acuerdo. Frente a eso, ellos dijeron que pasara entonces la carta de renuncia. Les dije que, según al circular 21, era coaccionar al trabajador. Que si estaba en poder de ellos, que me despidieron".

Y así fue, el 2 de abril dieron por finalizado su contrato. Por ahora, dijo Barrera a la VOA, su preocupación se centra en los gastos fijos: arriendo, alimentación, servicios básicos y manutención de su hija de nueve años.

"En estos días, me puse a hacer un presupuesto y estoy muy desfasada. Uno como mamá, no escatima comprar cosas para la casa, para los niños, cuando va a un centro comercial (...). Estoy con el saco roto", agrega.

Incluso, estaba en proceso de adquirir un apartamento propio. "Frente a eso, voy a quedar mal, seguramente voy a perder la opción de comprar el apartamento".

Emocionalmente, dice, el estrés de reinventarse y trabajar la aqueja cada día. Incluso, confiesa que no es una experta en redes sociales, pero que aprenderá para dedicarse a ayudarle a un amigo a promocionar.

Las nuevas cifras

Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas DANE publicadas el jueves, el desempleo en marzo empezó a mostrar el efecto de la crisis coyuntural, marcando un incremento de la tasa y llegando al 12,6% en Colombia.

El director del Dane, Juan Daniel Oviedo, la señaló como la más alta en el país la última década.

La institución, que marca las estadísticas del país, registró que de 22,1 millones de personas que tenían alguna ocupación en marzo del año pasado, se pasó a 20,5 millones. Es decir, 1.583.000 personas menos ocupadas.

Esta cifra representa un 1,8 % más a la presentada en el mismo mes de 2019. Es decir, 290.000 personas se sumaron a la desocupación en marzo.

Las mujeres fueron las más golpeadas por el desempleo, pues la cifra pasó del 14% en marzo del año pasado a un 16,1% en este año.

En cuanto al empleo juvenil (de 14 a 28 años), entre enero y marzo del 2020, está en un 20,5%, mientras el año pasado era del 19,5%.

Sin embargo, cabe anotar que la cifra representa solo se vio afectada parcialmente por la cuarentena, pues la economía en Colombia aún funcionaba normalmente las dos primera semanas de marzo.

El presidente Iván Duque decretó el aislamiento preventivo obligatorio, a partir del 25 de marzo.

Las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación, así como los establecimientos manufactureros y de comercio han sido los más afectados.

Camilo Ospina, presidente de la Asociación de Bares de Colombia, le confirmó a la VOA que cerca de 220.000 personas están en inactividad actualmente, generado por el cierre de más de 50.000 bares en el país.

Ospina explica que 50.000 bares en Colombia emplean u ocupan a 250.000 personas, un promedio de cinco personas por establecimiento."Nuestra industria, en el 54%, son pequeños negocios", detalló.

Entonces, en este momento, "cerca del 90% de los empresarios cesaron actividad de sus empleados o de las personas que trabajaban por un jornal o por un turno. Están en inactividad, bien sea desempleados o aquellos que les suspendieron o terminaron contratos de trabajo o aquellos que no tenían un contrato de trabajo sino prestaban un servicios puntual", es el caso del equipo de logística o los DJ's.

¿Subregistro?

Para Iván Daniel Jaramillo, profesor del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, hay una especial afectaciones en sectores como el comercio, los servicios y el turismo.

En cuanto a las cifras del DANE, dice que "no reflejan suficientemente el nivel de desempleo del país, ya que no hay que olvidar que marzo, que es el mes que se midió, pues tiene la particularidad que tuvo quince días de dinámica ordinaria del movimiento económico".

El experto le dijo a la VOA que los análisis y predicciones que han llevado a cabo indican que "el desempleo va a llegar a niveles entre el 16 y el 20 por ciento" incluyendo "una teórica recesión que va a vivir la economía no solo en Colombia, sino [a nivel] mundial después de la política de aislamiento obligatorio".

Jaramillo explicó, además, que la meta del cuatrienio del Gobierno colombiano estaba fijada en un 7,8% de desempleo, la cual, después de la pandemia, va a ser muy compleja de alcanzar.

Antes de la pandemia, Colombia ya contaba con indicadores de dos dígitos en materia desempleo que, según Jaramillo, ya superaban ampliamente el promedio regional de América Latina y el Caribe, "lo que supone una fuerte preocupación para las políticas de prioridad del país".

En ese contexto, dice que se hace necesario la implementación de políticas expansivas, de intervención del Estado, para inyectar dinero y circulante a la economía. Así mismo, dice que las políticas en materia empleabilidad "en el contexto de la pandemia, han carecido de diálogo social". Así que es inminente establecerlo como prioridad para conectarse con las comunidades.

Es muy importante incluir, además, "las políticas de seguro de desempleo que no existen en Colombia". Así como profundizar en el tema de inspección, vigilancia y control.

En el país, "hay trabajo con derechos, con protección social, trabajo decente solo para el 35% de la población ocupada. Y eso aunado a que solamente el 4,6% tiene afiliación sindical, luego no hay representatividad, no tiene mecanismos de contención del poder empresarial, a través de la organización y de la inscripción a un modelo sindical robusto", dice Jaramillo, quien insta a crear un sistema de relaciones laborales más democrático, más inclusivo y más seguidor de los criterios de trabajo decente que establece la Organización Internacional del Trabajo.

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    Karen Sánchez

    Corresponsal de la Voz de América, en Bogotá, Colombia. Fue periodista de diferentes periódicos y revistas de EL TIEMPO Casa Editorial. Comunicadora social y periodista de la Universidad de la Sabana, donde fue becaria. Hizo parte del equipo de comunicaciones del programa de Gobierno Digital del MinTIC de Colombia. Formada en Libertad de Expresión por la Sociedad Interamericana de Prensa y la Universidad Católica Andrés Bello.

     

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