La Oficina de Industria y Seguridad (BIS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Comercio de EE.UU. anunció en un comunicado que restringirá aún más el acceso del gobierno cubano a aviones comerciales y otros bienes, en seguimiento a las medidas implementadas anteriormente por la administración del presidente Donald Trump.
En acciones similares, la actual administración estadounidense había señalado como responsable al gobierno de la isla “por reprimir a su propio pueblo y continuar brindando apoyo al régimen ilegítimo de Maduro”, en referencia al gobierno en disputa que controla los designios de Venezuela.
BIS recordó los argumentos de la administración Trump hacia el país sudamericano por haber “aterrorizado a la población venezolana y destruyó sin sentido la próspera economía en la que dependían millones”.
"Esta acción del Departamento de Comercio envía otro mensaje claro al régimen cubano: que deben cesar inmediatamente su comportamiento destructivo en el país y en el extranjero", dijo el Secretario de Comercio Wilbur Ross.
"La Administración Trump continuará actuando contra el régimen cubano por sus fechorías, mientras continúa apoyando al pueblo y sus aspiraciones de libertad y prosperidad", señala el comunicado.
El Departamento de Comercio describió cómo, con el interés de generar ingresos, Cuba “está recurriendo al transporte de turistas en aviones arrendados, sujetos a la jurisdicción del BIS”.
Como medida más directa, acota BISE, la entidad “está revocando las licencias existentes para arrendamientos de aeronaves a aerolíneas estatales cubanas, y negará futuras solicitudes de arrendamientos de aeronaves”.
Con este nuevo anuncio “BIS está ampliando las sanciones a Cuba para incluir más bienes extranjeros que contengan contenido estadounidense, e impone restricciones adicionales a las exportaciones al régimen cubano”.
La Oficina de Industria y Seguridad tiene como misión “avanzar en los objetivos de seguridad nacional y política exterior de EE. UU”, con la intención de garantizar un control efectivo de las exportaciones y un sistema de cumplimiento de tratados que promueva el liderazgo de la tecnología estratégica de EE.UU.
Finalmente, la entidad enfatizó que “se compromete a evitar que los artículos de origen estadounidense apoyen proyectos de armas de destrucción masiva (ADM), terrorismo o programas de modernización militar desestabilizadores”.
Estas medidas coinciden con la decisión del gobierno cubano de establecer una cadena de establecimientos en toda la isla para vender artículos en dólares estadounidenses, anunciado como una repesca de divisas, pero visto popularmente como un freno a la iniciativa individual.
(Con información del Departamento de Comercio de EE.UU.).