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¿Cómo un presidente Biden abordará caso de Rusia?


El vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, y el primer ministro ruso, Vladimir Putin, en un ecuentro entre ambos el 10 de marzo de 2011 en Moscú.
El vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, y el primer ministro ruso, Vladimir Putin, en un ecuentro entre ambos el 10 de marzo de 2011 en Moscú.

Los presidentes estadounidenses George W. Bush y Barack Obama pensaron tras haber sido elegidos que podrían establecer una relación con el líder ruso Vladimir Putin y mejorar sustancialmente las relaciones entre Washington y Moscú.

Pronto cambiaron de parecer.

Cuando se les preguntó de su impresión sobre Putin después de su primer encuentro personal, Bush dijo: “Miré al hombre a los ojos. Lo encontré muy directo y confiable. Logré alcanzar una sensación de su alma”.

Obama, ocho años después, trató abiertamente de restablecer relaciones solo para ver sus esperanzas fallidas con la anexión de la península ucraniana de Crimea por Rusia en 2014.

Joe Biden, quien como vicepresidente de Obama respaldó la estrategia de restablecimiento, es improbable que siga el ejemplo de sus predecesores, dicen analistas. Así lo sugirió durante su campaña presidencial cuando dijo en una tertulia electoral de CNN: “Creo que Rusia es un oponente, lo creo realmente”.

En contraste, llamó a China “un competidor, un serio competidor”.

Durante la campaña presidencial, Biden buscó diferenciarse del presidente Donald Trump con respecto a Rusia, acusando a su rival republicano de ser suave con Rusia.

Trump y sus asesores respondieron, y el presidente dijo en agosto que “la última persona que Rusia quiere ver en el cargo es a Donald Trump porque nadie ha sido más fuerte con Rusia que yo”.

A principios de octubre, Biden criticó a su oponente por mantenerse en silencio sobre el envenenamiento del líder opositor ruso Alexei Navalny, quien acusó al gobierno de Moscú.

“Una vez más, el Kremlin usó su arma favorita, el agente de la clase de químicos Novichok, en un esfuerzo para silenciar a un opositor político”, dijo Biden. “Esa es la marca de un régimen ruso tan paranoico que es incapaz de tolerar ninguna crítica o disidencia”.

Sin embargo, los candidatos dicen una cosa en las campañas y hacen algo distinto cuando llegan al cargo, a veces porque tienen pocas opciones debido a las circunstancias o el curso de los acontecimientos. ¿Asumirá un presidente Biden una actitud muscular con Rusia como ha sugerido?

'No restablecimiento'

“No creo que Biden vaya a caer en endulzar la píldora a Putin”, dijo David Kramer, quien fue un secretario de estado asistente en la administración de George W. Bush. “Moscú ha continuado con una campaña de desinformación contra él, y por eso no creo que vaya a extender la mano y decir ‘vamos a hacer las paces’”.

Kramer piensa que Biden tendrá que enfocarse más en asuntos domésticos, debido a la pandemia del coronavirus y su impacto económico.

“Y en cuanto a lo que pueda enfocarse en política exterior, Rusia no deberá estar en la cúspide de sus propiedades”, dijo Kramer a la Voz de América.

“Tampoco se puede ignorar”, agregó. “Es un factor en una serie de problemas que enfrentamos. Pienso que él va a dedicar su tiempo limitado en política exterior a trabajar con países que están dispuestos a solucionar problemas”, o sea, a apuntalar la alianza transatlántica.

Biden y Putin se han reunido, sin mucha cordialidad. En una entrevista de 2011 de la revista The New Yorker, Biden declaró que en un encuentro le dijo al líder ruso: “Lo estoy mirando a los ojos y no pienso que usted tenga un alma”.

“Me miró, sonrió y dijo: 'Nos comprendemos'”, añadió Biden.

Fuera de la falta de empatía personal, los analistas dicen que cualquier esfuerzo de restablecer las relaciones sería complicado debido a las sanciones económicas a Rusia impuestas por las administraciones de Obama y Trump.

Las medidas dejarían a Biden con poco espacio para maniobrar y no es probable que se levanten mientras las potencias occidentales crean que Rusia está montando ataques cibernéticos contra ellas.

Otras diferencias con Rusia

Estados Unidos y otras potencias occidentales están en conflicto con Rusia en otra variedad de asuntos, desde la anexión de Crimea a la agitación pro-Moscú en el este de Ucrania y el respaldo de Rusia al presidente sirio Bashar al Assad al intento de asesinato en Inglaterra en 2018 del ex doble agente ruso Sergei Skripal.

En los últimos días antes de la elección presidencial, el Kremlin pareció estar cubriendo sus flancos sobre el posible ganador.

La campaña republicana y también el presidente Trump estuvieron sugiriendo cargos de corrupción contra el hijo de Biden, Hunter, en relación con su servicio en la junta directiva de una compañía de energía en Ucrania y negocios con China.

Putin, sin embargo, no se involucró directamente en el asunto, diciendo que Hunter podría tener negocios en Ucrania, pero que “eso concierne a los estadounidenses y los ucranianos.

“No veo nada criminal en eso”, dijo Putin.

Armas nucleares

El líder ruso también trató de destacar una posible cooperación con Biden, especialmente en el control de armas nucleares.

Putin llamó este mes a rescatar el último pacto de control de armas nucleares entre Rusia y Estados Unidos, proponiendo extender el tratado New START, que expira en febrero.

El tratado fue firmado en 2010 por Obama y el entonces presidente ruso Dimitri Medvedev y limita a cada país a no emplazar más de 1.500 ojivas nucleares y 700 misiles y bombarderos.

Durante su larga carrera en el Senado, Biden fue un promotor del control de armas nucleares y ha prometido extender el tratado New START, diciendo que probablemente aceptaría una oferta de Rusia para extenderlo por cinco años.

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