Cincuenta años después de que las últimas tropas de combate estadounidenses abandonaran Vietnam del Sur, el secretario de Estado, Antony Blinken, buscó el sábado fortalecer los lazos de Estados Unidos con sus viejos enemigos en Hanoi mientras busca contrarrestar la creciente asertividad de China en el Indo-Pacífico.
Blinken y el primer ministro vietnamita, Pham Minh Chinh, se comprometieron a impulsar las relaciones a nuevos niveles cuando se reunieron solo dos semanas después del 50 aniversario de la retirada de las tropas estadounidenses que marcó el final de la participación militar directa de Estados Unidos en Vietnam.
Y se produjo cuando Blinken inició la construcción de un nuevo complejo de la embajada de EEUU de $ 1.2 mil millones en la capital vietnamita, un proyecto que la administración Biden espera que demuestre su compromiso de mejorar aún más los lazos menos de 30 años después de que se restauraron las relaciones diplomáticas en 1995.
A pesar de las preocupaciones sobre el historial de derechos humanos de Vietnam, Washington ve a Hanoi como un componente clave de su estrategia para la región y ha tratado de aprovechar la rivalidad tradicional de Vietnam con su vecino mucho más grande, China, para expandir la influencia estadounidense en la región.
“Creemos que este es un momento propicio para elevar nuestra asociación existente”, dijo Blinken a los periodistas después de reunirse con Chinh, el ministro de Relaciones Exteriores de Vietnam y jefe del Partido Comunista.
“Esta ha sido una relación muy integral y efectiva y, en el futuro, continuaremos profundizando las relaciones”, dijo Chinh. “Apreciamos mucho el papel y la responsabilidad de EEUU hacia la regió Asia Pacífico en un esquema más amplio, el Indo-Pacífico". Agregó que el gobierno comunista de Vietnam desea “elevar aún más nuestros lazos bilaterales a un nuevo nivel”.
Junto con varios vecinos más pequeños de China, Vietnam tiene disputas marítimas y territoriales con Beijing en el Mar de China Meridional. Estados Unidos ha respondido ofreciendo apoyo diplomático y reforzando la cooperación militar con Filipinas y la isla autónoma de Taiwán, que China reclama como una provincia renegada.
Blinken señaló que EEUU actualmente está finalizando la transferencia a Vietnam de un tercer guardacostas, que complementará la cooperación de seguridad marítima existente que ha visto a Washington otorgar a Hanoi 24 lanchas patrulleras desde 2016 junto con otros equipos y capacitación.
"Todos estos elementos refuerzan la capacidad vietnamita para contribuir a la paz y la estabilidad marítimas en el Mar Meridional de China", dijo. El mes pasado, China amenazó con “graves consecuencias” después de que la Marina de EEUU navegara un destructor alrededor de las disputadas Islas Paracel en el Mar de China Meridional por segundo día consecutivo, en un movimiento que Beijing afirmó que era una violación de su soberanía y seguridad. Los Paracels están ocupados por China, pero también son reclamados por Taiwán y Vietnam.
Los funcionarios estadounidenses son reacios a describir cualquier visita a Asia en términos de China, y prefieren discutir la importancia de mejorar los lazos bilaterales. Pero con frecuencia hablan de preocupaciones más amplias en la región que están claramente dirigidas a China.
“Nos enfocamos en cómo nuestros países pueden promover un Indo-Pacífico libre y abierto; uno que esté en paz y basado en el respeto del orden internacional basado en reglas", dijo Blinken. Y cinco décadas después de que la administración de Nixon retirara las fuerzas de combate estadounidenses de Vietnam el 29 de marzo de 1973, Blinken dijo que Estados Unidos está buscando una orientación más estratégica con el país.
La visita de Blinken se produce cuando la administración lidia con su propio historial de retiros de tropas y enfrenta críticas del Congreso y demandas para explicar la caótica salida de Estados Unidos de Afganistán hace dos años.
Algunos han comparado eso con la experiencia de Vietnam, especialmente en lo que se refiere al destino de los afganos que apoyaron la misión militar de 20 años, pero se quedaron atrás cuando la administración Biden se retiró de Afganistán en 2021.
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