El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, anunció haber alcanzado el martes un acuerdo con los republicanos del Congreso para que el gobierno federal no se paralice por falta de fondos cuando venza el actual año fiscal el próximo 30 de septiembre.
Reid dijo que el pacto se logró entre él, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, y el presidente Barack Obama, y permitirá que el gobierno pueda seguir operando hasta la conclusión del primer trimestre de 2013.
El acuerdo “brindará estabilidad para los meses venideros”, dijo a la prensa en Washington el líder demócrata, quien aclaró que se trata de un compromiso y que no será posible redactar y aprobar el documento hasta que el Congreso reanude sus labores en septiembre luego del receso de verano que comienza este viernes.
El pacto pone fin de manera temporal a una descarnada controversia presupuestaria que ha enfrentado durante meses a demócratas y republicanos, y que amenazaba con paralizar las instituciones oficiales del país a las puertas de las elecciones presidenciales de noviembre.
Este año los republicanos trataron de forzar recortes adicionales de gastos por $19.000 millones de dólares en el presupuesto, lo que originó una amarga pelea legislativa con los demócratas, reacios a reducir más algunos programas sociales.
Si finalmente es aprobado mediante resolución, el acuerdo contempla un financiamiento de poco más de un billón de dólares en fondos gubernamentales, equivalentes al nivel establecido en la Ley de Control de Presupuesto para los años fiscales 2012 y 2013.
Una declaración difundida por la Casa Blanca expresó satisfacción por el pacto y dijo que éste "ha dejado en claro que es esencial que la legislación para financiar al gobierno se adhiera a los niveles acordados por ambos partidos el año pasado" fuera de toda consideración ideológica.
Reid dijo que el pacto se logró entre él, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, y el presidente Barack Obama, y permitirá que el gobierno pueda seguir operando hasta la conclusión del primer trimestre de 2013.
El acuerdo “brindará estabilidad para los meses venideros”, dijo a la prensa en Washington el líder demócrata, quien aclaró que se trata de un compromiso y que no será posible redactar y aprobar el documento hasta que el Congreso reanude sus labores en septiembre luego del receso de verano que comienza este viernes.
El pacto pone fin de manera temporal a una descarnada controversia presupuestaria que ha enfrentado durante meses a demócratas y republicanos, y que amenazaba con paralizar las instituciones oficiales del país a las puertas de las elecciones presidenciales de noviembre.
Este año los republicanos trataron de forzar recortes adicionales de gastos por $19.000 millones de dólares en el presupuesto, lo que originó una amarga pelea legislativa con los demócratas, reacios a reducir más algunos programas sociales.
Si finalmente es aprobado mediante resolución, el acuerdo contempla un financiamiento de poco más de un billón de dólares en fondos gubernamentales, equivalentes al nivel establecido en la Ley de Control de Presupuesto para los años fiscales 2012 y 2013.
Una declaración difundida por la Casa Blanca expresó satisfacción por el pacto y dijo que éste "ha dejado en claro que es esencial que la legislación para financiar al gobierno se adhiera a los niveles acordados por ambos partidos el año pasado" fuera de toda consideración ideológica.