El vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, dijo este sábado que la oferta de negociaciones directas hecha hace cuatro años por Washington al régimen de Teherán sigue en pie si los gobernantes iraníes están dispuestos a sostener un diálogo serio y no secreto.
Biden hizo la declaración al hablar en una conferencia de seguridad en Munich, Alemania, en la que instó a Irán a que asuma de buena fe negociaciones con el grupo de países conocido como P5+1, integrado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Rusia y China) más Alemania.
“La oferta sigue en pie, pero debe ser real y tangible y tiene que haber una agenda que ellos (los iraníes) estén preparados a abordar (…) Nosotros no estamos preparados a hacerlo sólo por hacerlo”, indicó.
Biden dijo que EE.UU. no sostendría tales conversaciones sin informar a sus aliados y puntualizó que “Irán tiene que decidir si se mantiene en el camino del aislamiento o si abandona sus planes atómicos y su apoyo al terrorismo".
A juicio del vicepresidente, “aún hay espacio para la diplomacia”, y el balón está ahora “en la cancha de juego del gobierno iraní”.
Biden precisó que en su discurso sobre el Estado de la Unión el 12 de febrero, el presidente Barack Obama delineará sus prioridades en política exterior, incluidos la no proliferación nuclear, la lucha contra el cambio climático, iniciativas para el desarrollo, los esfuerzos para reducir las barreras comerciales, y el apoyo a las democracias y la paz en el Oriente Medio.
Sobre Siria
Biden también prometió que Washington seguirá apoyando a la oposición en Siria, y señaló que el presidente Bashar al Assad ya no puede dirigir a su país y “debe irse”.
En la misma conferencia, el canciller ruso, Sergei Lavrov, declaró sin embargo que tal condición no es aceptable para Moscú y que debe cumplirse el acuerdo alcanzado en Ginebra sobre la crisis en Siria, incluidas conversaciones entre todas las partes.
Lavrov también rechazó la idea de abrir un corredor humanitario en Siria protegido por una fuerza aérea internacional.
Según el canciller ruso, a su país le preocupa que cualquier autorización de la ONU para llevar a cabo operaciones militares en Siria, incluso con fines humanitarios, dé como resultado una participación internacional más amplia en el conflicto que es lo que Moscú considera que pasó en Libia.
Biden hizo la declaración al hablar en una conferencia de seguridad en Munich, Alemania, en la que instó a Irán a que asuma de buena fe negociaciones con el grupo de países conocido como P5+1, integrado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Rusia y China) más Alemania.
“La oferta sigue en pie, pero debe ser real y tangible y tiene que haber una agenda que ellos (los iraníes) estén preparados a abordar (…) Nosotros no estamos preparados a hacerlo sólo por hacerlo”, indicó.
Biden dijo que EE.UU. no sostendría tales conversaciones sin informar a sus aliados y puntualizó que “Irán tiene que decidir si se mantiene en el camino del aislamiento o si abandona sus planes atómicos y su apoyo al terrorismo".
A juicio del vicepresidente, “aún hay espacio para la diplomacia”, y el balón está ahora “en la cancha de juego del gobierno iraní”.
Biden precisó que en su discurso sobre el Estado de la Unión el 12 de febrero, el presidente Barack Obama delineará sus prioridades en política exterior, incluidos la no proliferación nuclear, la lucha contra el cambio climático, iniciativas para el desarrollo, los esfuerzos para reducir las barreras comerciales, y el apoyo a las democracias y la paz en el Oriente Medio.
Sobre Siria
Biden también prometió que Washington seguirá apoyando a la oposición en Siria, y señaló que el presidente Bashar al Assad ya no puede dirigir a su país y “debe irse”.
En la misma conferencia, el canciller ruso, Sergei Lavrov, declaró sin embargo que tal condición no es aceptable para Moscú y que debe cumplirse el acuerdo alcanzado en Ginebra sobre la crisis en Siria, incluidas conversaciones entre todas las partes.
Lavrov también rechazó la idea de abrir un corredor humanitario en Siria protegido por una fuerza aérea internacional.
Según el canciller ruso, a su país le preocupa que cualquier autorización de la ONU para llevar a cabo operaciones militares en Siria, incluso con fines humanitarios, dé como resultado una participación internacional más amplia en el conflicto que es lo que Moscú considera que pasó en Libia.