La guerra en Ucrania se está alargando mucho más de lo que pensaba el presidente ruso Vladimir Putin, quien el 24 de febrero dio luz verde a la invasión en un discurso televisado, aseguran analistas.
Después de más de dos semanas de guerra, crecen las dudas sobre si realmente Rusia tenía la capacidad militar suficiente para llevar a cabo esta ofensiva.
“La aspiración de poder ocupar todo el territorio ucraniano está bajo signo de interrogación porque estamos viendo que no ha sido la guerra relámpago iniciada por Putin. No ha tenido el resultado que él esperaba de inmediato”, dijo analista internacional Andrés Serbin a Voz de América.
Funcionarios de Rusia y Ucrania han mantenido varias reuniones para negociar una salida al conflicto. “En la medida en que la guerra relámpago no ha avanzado con la suficiente rapidez y no ha logrado tomar las principales ciudades ni sustituir al gobierno de Zelenskyy, o hacer huir al gobierno de Zelenskyy, se ha visto obligado a retroceder para una solución negociada”, agregó el experto, quien también es presidente de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales.
Sin embargo, hasta el momento no ha habido ningún acuerdo entre los funcionarios de ambos países para sentar las bases para un alto al fuego.
“La única solución a corto plazo es que se llegara a un acuerdo auspiciado por quién fuera para cesar el fuego, establecer unas líneas fronterizas que, evidentemente, no se van a respetar, como ocurre en el Líbano, que están todos los días dándose tiros. Pero al menos, establecer un protocolo de interacción diplomática y llegar a un acuerdo con Putin. Nos guste o no”, expuso Fernando Cocho, especialista en seguridad nacional, en entrevista con VOA.
Porque si no, dicen los expertos, la situación podría acabar con un escenario muy preocupante, con miles de ucranianos desplazados por este conflicto y con los peores presagios.
“Pero tiene que dar sus frutos porque el otro camino es la guerra abierta. Y con la guerra abierta, el pueblo ucraniano ha sufrido muchísimo. Se calcula que puede llegar hasta 5 millones de refugiados ucranianos”, añade Cocho.
Los efectos de la guerra, con las tropas rusas avanzando en su ofensiva en Ucrania, ya se están viendo en algunos sectores de la economía global. Los costos de la energía, la estabilidad de los mercados financieros y la exportación de productos agrícolas empiezan a sentir las consecuencias del conflicto.
“Hay que analizar muy bien qué medidas se toman porque, a lo mejor, algunas de ellas pueden ser tan costosas para el que sanciona, que las hagan inapropiadas”, dijo el analista Josep Piqué, que también fue canciller de España, a VOA.
Estados Unidos ha impuesto varios paquetes de sanciones. La última medida ha sido la prohibición a la importación de petróleo y gas ruso. Y eso ha tenido un impacto directo en los costos del crudo. El precio del petróleo ha alcanzado su valor máximo en siete años, por encima de los 100 dólares el barril. Ahora, llenar el tanque de gasolina es un auténtico lujo.
“Es necesario asumir determinados sacrificios en beneficios de un bien mayor. Y ahí es donde viene la política entendida en sentido de pedagogía, de liderazgo y de trasladar a una sociedad de que, a veces, hay que asumir sacrificios porque lo que se está jugando es muchísimo más importante”, comentó.
Muchos se preguntan si Rusia podría tener un plan B para evitar la presión económica por las sanciones. “Con la situación actual, la gente piensa que están perjudicando a Rusia, pero no ve a largo plazo de que quizás Rusia ha pactado ya con China, por ejemplo, la venta de combustible, gas y petróleo, o a otros mercados. Por tanto, las sanciones pueden ser muy interesantes pero quizás no sean lo suficientemente efectivas”, advierte Cocho.
Al mismo tiempo, numerosas empresas han abandonado Rusia. Apple, Ikea, Toyota o Visa son algunas de las corporaciones que han anunciado un cese temporal de sus actividades en Rusia. Dicen que lo hacen como muestra de solidaridad con Ucrania y para expresar su rechazo a lo que está haciendo Putin.
Esta guerra, que nadie predecía, está dejando una gran incertidumbre sobretodo por el impacto que puede tener, no ahora sino a largo plazo, dijeron los analistas.
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