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Estudios sugieren que las vacunas reducen el riesgo de 'COVID prolongado'


La farmacéutica Sima Manifar prepara una dosis para niños de la vacuna Pfizer COVID-19 en una clínica de vacunación en "The Center" de la ciudad de Lawrence, Massachusetts, en diciembre de 2021. [Foto de archivo]
La farmacéutica Sima Manifar prepara una dosis para niños de la vacuna Pfizer COVID-19 en una clínica de vacunación en "The Center" de la ciudad de Lawrence, Massachusetts, en diciembre de 2021. [Foto de archivo]

Las investigaciones pusieron de manifiesto los beneficios prácticos de la vacunación contra el coronavirus.

Nuevos estudios en Israel y Reino Unido sugieren que las vacunas contra el COVID-19 pueden reducir el riesgo de que las personas padezcan un “COVID prolongado”.

Los resultados preliminares de un estudio en Israel, que no ha sido revisado por contrapartes, muestran que las personas que recibieron la vacuna Pfizer COVID-19 de dos dosis y dieron positivo para el virus tenían muchas menos probabilidades de informar sobre síntomas persistentes que las personas que no estaban vacunadas cuando estaban infectados.

En Reino Unido, un estudio de observación de 6.000 adultos realizado por la Oficina de Estadísticas Nacionales reveló que aquellos que recibieron la doble vacuna tenían un 41 % menos de probabilidades de informar síntomas de COVID-19 tres meses después de dar positivo. El estudio argumenta que, en general, solo el 9,5 % del grupo que recibió la doble vacuna experimentó un “COVID prolongado”, en comparación con casi el 15 % de un grupo similar que no estaba vacunado.

Científicos de varios centros de investigación con sede en Estados Unidos estudiaron a más de 200 pacientes que se infectaron en 2020 y 2021, y descubrieron cuatro factores que pueden aumentar las posibilidades de un "'COVID prolongado', incluyendo la cantidad de coronavirus que hay en el sistema de una persona, la presencia de ciertos anticuerpos que atacan por error los tejidos sanos del cuerpo, la reactivación de un virus humano común que desencadena la mononucleosis y la presencia de diabetes tipo 2.

Mientras tanto, los investigadores del Hospital Universitario de Zúrich descubrieron que los niveles bajos de ciertos anticuerpos eran más comunes en los pacientes con coronavirus que desarrollaron un "COVID prolongado". Ambos estudios concluyeron que el tratamiento de pacientes con "COVID prolongado" con medicamentos antivirales podría ayudar a aliviar sus síntomas debilitantes, como la fatiga y la "niebla mental", que implica la incapacidad para concentrarse y la pérdida de memoria.

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