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Exiliados nicaragüenses se concentran ante la ONU: “Necesitamos que el mundo nos escuche”


Un grupo de nicaragüenses protestaron frente a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York para reclamar mayor presión internacional contra el Gobierno de Daniel Ortega.
Un grupo de nicaragüenses protestaron frente a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York para reclamar mayor presión internacional contra el Gobierno de Daniel Ortega.

La diáspora nicaragüense en Estados Unidos considera que a través de la presión internacional se podrá lograr un cambio en el país centroamericano, por lo que pide que la comunidad internacional, a través de la ONU, mueva fichas para “lograr la libertad en Nicaragua”

Decenas de nicaragüenses se concentraron este viernes frente a la sede de las Naciones Unidas para reclamar a la comunidad internacional que incremente su presión contra el gobierno de Daniel Ortega, al considerar que las “prácticas autoritarias” dejan en evidencia que en la nación centroamericana “no hay libertad” y se persigue a los opositores.

“Estoy protestando para sacar al gobierno genocida de Ortega que tenemos en Nicaragua y que no deja a la gente ni siquiera respirar”, comentó Patricia, una participante nicaragüense residente en Nueva York, al tiempo que lamentaba que “no puede ser posible que a estas alturas se siga reprimiendo y encarcelando hasta la Iglesia Católica”, en una clara alusión al arresto del obispo Rolando Álvarez, considerado uno de los más críticos del gobierno de Managua.

A pesar de que el tema de Nicaragua no se ha abordado en profundidad por la mayoría de los líderes políticos que hasta el momento han participado en la Asamblea General de la ONU, algunos de los presentes dicen estar satisfechos porque, de forma paralela, muchas organizaciones de derechos humanos se han movilizado para visibilizar el problema a escala internacional.

Ana Martín, otra activista nicaragüense que se desplazó hasta los alrededores de la sede de la ONU, se mostró convencida de que la presión internacional puede acabar siendo decisiva en los movimientos de Daniel Ortega y su equipo de Gobierno, en tanto que las sanciones y otras medidas coercitivas pueden tener un efecto positivo “para lograr la libertad del país”.

“Necesitamos mucha más presión, sobre todo con eso que a ellos no les gusta: las sanciones. Aunque ellos digan que no les afecta, sí que les afecta y eso es precisamente lo que estamos pidiendo desde el exilio, es decir, que se incrementen las sanciones y los castigos contra los funcionarios nicaragüenses, empezando por Daniel Ortega”, agregó.

Muchas de las personas que se concentraron este viernes frente a la entrada de la ONU en Nueva York son las mismas que durante toda la semana se han movilizado en otras partes de la ciudad organizando charlas y debates para abordar la grave crisis social, política y económica que vive el país.

El objetivo de estas jornadas, además de visibilizar el problema a escala internacional, también debe servir, insisten, para buscar soluciones a corto plazo.

“En los últimos cuatro años, el pueblo de Nicaragua ha tenido un éxodo masivo. Ha salido casi el 6 % de la población por la dictadura sandinista que tenemos ahora y no nos podemos permitir que la situación empeore”, decía otra activista, que no quiso decir su nombre, pero advirtió “que hay que seguir la lucha y no se va a parar hasta conseguir la libertad del pueblo de Nicaragua y hasta que el mundo escuche lo que está pasando en Nicaragua”.

Por su parte, el Gobierno de Daniel Ortega señala directamente a Estados Unidos y la mayor parte de países de la comunidad internacional de mentir sobre lo que ocurre en Nicaragua.

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