El presidente de Las Filipinas, Rodrigo Duterte, quiere que Estados Unidos retire las fuerzas especiales que entrenan a tropas filipinas en una convulsionada isla del sur de la nación asiática.
Duterte teme que la presencia de las tropas estadounidenses complique las intensificadas ofensivas contra militantes islamistas notorios por degollar a occidentales.
“Esas fuerzas especiales tienen que irse”, dijo el mandatario filipino el lunes, durante un discurso de juramentación a nuevos oficiales del Ejército de su país.
Un reducido número de fuerzas estadounidenses entrenan a tropas filipinas. Duterte dijo que las tropas especiales son blancos de alto valor para los militantes de Abu Sayyaf, vinculados con el Estado Islámico.
“No quiero una pelea con Estados Unidos. Pero se tienen que ir”, dijo el mandatario filipino. “Los estadounidenses, ellos realmente los matarán y tratarán de secuestrarlos para pedir rescate”, agregó.
Los comentarios de Duterte, un exalcalde del sur de Las Filipinas, conocido por su volátil temperamento y soez vocabulario, agregan incertidumbre al impacto que su presidencia pueda tener en la relación con uno de los mejores aliados de Washington en Asia.
Duterte quiere una política exterior independiente y afirma que los estrechos vínculos con Estados Unidos son cruciales. Sin embargo, con frecuencia ha acusado a la expotencia polonia de hipocrecía cuando ha sido criticado por su mortal guerra contra las drogas.
Algunas fuerzas especiales de EE.UU. han sido asesinadas en el sur de Filipinas desde 2002, cuando Washington emplazó soldados para entrenar y asesorar a unidades locales que luchan contra Abu Sayyaf en un operativo llamado “Enduring Freedom”, como parte de su estrategia global contra el terrorismo.
El programa fue descontinuado en 2015, pero un pequeño número de soldados estadounidenses permaneció en Las Filipinas para apoyo logístico y técnico.
Las fuerzas estadounidenses están emplazadas en Zamboanga City, y en las islas Jolo y Basilan, conocidas por ser bastiones de Abu Sayyaf, militantes notorios por su crueldad y por ganar enormes sumas de dinero por medio de los secuestros.