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Un atípico Viernes Santo en Guatemala por la COVID-19


Una de las alfombras elaboradas por los fieles, como parte de la tradición católica guatemalteca.
Una de las alfombras elaboradas por los fieles, como parte de la tradición católica guatemalteca.

Los guatemaltecos recuerdan hoy que hace más de 100 años no se suspendían las procesiones ni se cerraban las iglesias.

Guatemala tiene una profunda raíz católica y en estos días de coronavirus, el cambio en la forma en la que se celebran las tradiciones, es radical.

El historiador Marco Gaitán, en conversación con la Voz de América​, recuerda que desde 1897 las tradiciones de Semana Santa, como los cortejos procesionales y la elaboración de alfombras, no eran interrumpidas.

Gaitán asegura que las imágenes más veneradas este Viernes Santo son la del Señor Sepultado y la de María Santísima de la Soledad.

“Ambas imágenes son del siglo XVII. Una imagen muy querida por todo el pueblo antigüeño y el pueblo de Guatemala en general, es una procesión que tiene más de 350 años de salir”, explicó el historiador.

Miles de cucuruchos que cada año previo a la Semana Santa hacen largas filas para adquirir sus turnos en las iglesias, hoy tuvieron que guardarlo. Sin embargo, tienen la fe y esperanza de que el próximo año puedan cargar en hombros las veneradas imágenes.

Eduardo Perea de 23 años, desde el vientre de su madre ha participado en los diferentes cortejos procesionales como parte de una tradición familiar. Este año se ha tornado atípico para él, pero continúa con la fe en alto y viviendo la Semana Santa con su familia resguardado en su hogar.

“Los cucuruchos tenemos un sentir muy especial y esta situación remueve nuestros corazones al no ver el recorrido en anda de nuestras imágenes en las calles", agregó.

La Hermandad de la Escuela de Cristo en Guatemala

La Escuela de Cristo en la Antigua Guatemala es integrada por 150 fieles católicos que, a través de su hermandad, trabajan en el diseño, elaboración y mensaje que llevará cada anda.

Uno de sus miembros, Danny Gamboa, con el paso de los años fue tomando gusto por captar en imágenes el recorrido de las procesiones y a pesar de no ser su profesión, logró inmortalizar con la fotografía detalles de la Semana Santa en Guatemala. Esto le permitió ser reconocido localmente y, más tarde, a nivel internacional e incluso tener el privilegio de entregarle al Papa Francisco su trabajo.

“Era muy representativo exponer ante su santidad cómo se vive la cuaresma, la Semana Santa, las actividades religiosas en la Hermandad de la Escuela de Cristo. Nos convertimos en embajadores de Guatemala ante el mundo con esas fotografías”, detalló a la VOA.

Hoy, sacerdotes y pastores guatemaltecos hacen el llamado a los ciudadanos a mantener su seguridad en cuarentena sin olvidar las oraciones por los afectados por la pandemia del coronavirus.

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