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Huelga general en Siria


Clinton y Catherine Ashton discutieron la situación en Washington.
Clinton y Catherine Ashton discutieron la situación en Washington.

Estados Unidos y Europa aumentan la presión contra el presidente Bashar al-Assad para que frene la brutal represión.

Activistas sirios convocaron a una huelga general en todo el país por la mortal represión del gobierno a la oposición.

"Hagamos de este miércoles un viernes (día habitual de las manifestaciones), con protestas masivas, sin escuela, sin universidad, sin comercios ni restaurantes abiertos y ni siquiera taxis", decía el llamado a la huelga en las redes.

La presión extranjera contra el presidente Bashar al-Assad, tal y como anunciaron la administración Obama y la Unión Europea, que prometieron tomar más medidas en los próximos para que Siria detenga la represión.

“Condenamos enérgicamente la inaceptable conducta, hemos dejado claro que los recientes eventos en Siria, creemos, prueban que el país no puede regresar al status quo, que el futuro de Siria solo será asegurado por un gobierno que refleje la voluntad popular de su pueblo”, señaló el portavoz estadounidense, Jay Carney.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y la jefa de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, discutieron la situación en Washington.

La secretaria Clinton dijo que el presidente Assad habló sobre reformas, pero que su mano dura con la represión muestra sus verdaderas intenciones. Ashton indicó que está muy preocupada por la escalada de las acciones gubernamentales contra los manifestantes sirios.

Assad había sido parcialmente rehabilitado en Occidente durante los últimos tres años pero Estados Unidos y la Unión Europea condenan su uso de la fuerza para sofocar los disturbios y advirtieron que planean otras medidas luego de imponer sanciones a funcionarios sirios de alto rango.

Continúan bombardeos

Tanques bombardearon por cuarto día la ciudad siria de Tel Kelakh en una campaña militar para aplastar las manifestaciones en contra del presidente Bashar al-Assad, bajo la presión de Oriente para que terminen con la represión violenta de manifestantes.

El líder sirio declaró a una delegación del distrito de Damasco, Midan, que las fuerzas de seguridad cometían errores en el tratamiento de las protestas, según la edición del miércoles del periódico Watan.

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